Donald Trump ha exigido una "investigación a fondo" sobre las personalidades —la mayoría artistas— que apoyaron con sus actuaciones la campaña electoral de Kamala Harris en 2024. Incluye a Bruce Springsteen, su nueva bestia negra, junto a otras celebrities como Beyoncé. Quiere saber si las suyas fueron contribuciones potencialmente ilegales.

"¿Cuánto le pagó Kamala Harris a Bruce Springsteen por su mala actuación durante su campaña presidencial? ¿Y cuánto fue para Oprah (Winfrey)? ¿Y para Bono?", escribió Trump en su perfil de su red Truth Social. El hombre añadió que pedirá "una investigación a fondo sobre este asunto", porque los candidatos no pueden pagar "por apoyo", que es lo que dice que hizo Kamala "con el pretexto de pagar por entretenimiento".

Trump está enfadado con Bruce Springsteen. Tanto, que insinúa que cuando termine su gira europea y vuelva a Estados Unidos, pueden detenerlo.

Springsteen dijo el día 14 en Manchester, en el primer concierto de la gira que ha titulado, con toda la intención, "Land of hope and dreams", que su hogar, “los Estados Unidos que amo, los Estados Unidos sobre los que he escrito, que han sido un faro de esperanza y libertad durante 250 años, actualmente están en manos de una administración corrupta, incompetente y traidora”.

Vale que Springsteen es un señor rico que tiene muchas contradicciones, pero tampoco le haría falta meterse en política; al contrario, en Estados Unidos pierde fieles

Al día siguiente, Trump le dijo cosas como que es más tonto que un zapato o “imbécil prepotente” y le reprochó al “sobrevalorado” Boss que vaya "a un país extranjero a hablar mal del presidente de Estados Unidos”. Estaba realmente enfadado: “Nunca me gustó. Nunca me gustó su música ni su política de izquierda radical y, lo que es más importante, no es un tipo con talento. Solo un imbécil prepotente y desagradable que apoyó fervientemente al corrupto de Joe Biden, un idiota mentalmente incompetente y nuestro PEOR presidente de la historia, que estuvo a punto de destruir nuestro país”.

La astracanada ha hecho que la Federación de Músicos de Estados Unidos defienda a Springsteen y a Taylor Swift, también objeto de insultos por parte del presidente. “¿Alguien se ha dado cuenta de que desde que dije 'Odio a Taylor Swift' ella ya no es 'popular'?”, publicó en Truth Social.

En la nueva gira, Springsteen termina los conciertos con Chimes of freedom de Bob Dylan. Como en ese concierto en Berlín Oriental de 1989, antes de la caída del muro. Vale que es un señor rico que tiene muchas contradicciones. Pero tampoco le haría falta meterse en política. Al contrario, en Estados Unidos pierde fieles. Este viernes se hace público el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Bruce es candidato todos los años. Dárselo esta vez sería una declaración de intenciones que la monarquía no se atreverá a hacer. Sería una crisis diplomática que a lo mejor Sánchez querría, pero no Felipe VI. Por tanto, vista la relación que tiene con Barcelona —​​donde incluso grabó un disco en directo— y su buena dicción en catalán, ya están tardando en darle la Creu de Sant Jordi o el Premi Internacional Catalunya.