"Raül hará una declaración firme ante el Supremo, estad atentos porque será claro", me dice Oriol, en uno de los locutorios de la prisión de Soto del Real, al pie de la sierra de Guadarrama, allí donde los franquistas asesinaron a Josep Suñol el 36, diputado de ERC y presidente del Barça. La prisión está justo al pie de la cordillera, de cimas cubiertas de nieve, una sierra donde vive el lobo. Un grado bajo cero a las ocho y media de la mañana. "Este hombre vale mucho, tiene mucho recorrido y profundidad", nos dice Oriol a Vicenç y a mí, que hemos pasado la noche en un hostal de Colmenar Viejo. Ambos debutamos por estos parajes. Esperança i llibertat es el título de ARA Llibres que ahora mismo lidera el top ten de ventas de No Ficción, el análisis que hace Raül Romeva de la actual coyuntura y de cómo hay que avanzar hacia la República.

Oriol pregunta si la familia está bien y tan pronto como recibe la confirmación, nos lanzamos a un intercambio frenético de información, salpicado de bromas y sonrisas. Esta mañana, hoy, está de muy buen humor y relajado, más aún que habitualmente. Se ha sacado de encima la declaración delante del Supremo y ahora sólo tiene proyectos en la cabeza y parece haber recuperado el placer por la lectura, en fase cuántica. Dos locutorios más allá está Jordi Sànchez, nos hemos saludado cordialmente. Cuando al final de la visita intento entrar en su locutorio, un funcionario me lo recrimina y me echa. No me había pasado nunca en Estremera.

Tan pronto he acabado la visita, envío un mensaje conciso a los chats de confianza. "Salgo de Soto, Oriol mejor que nunca, sonriente y alegre. Dice que Raül hará una gran declaración también y que es un compañero formidable". Acto seguido, un compañero contesta, es el incombustible Isaac Peraire, alcalde de Prats de Lluçanès. "Y yo de Alcalá-Meco. Dolors (Bassa) on fire. Tiene muchas ganas de declarar y poder descansar un poco. Un poco inquietas (en Meco también está Carme) con el tema de elecciones españolas. Ya le he dicho que lo ganaremos todo". No tenía ni idea de que él también ha hecho los 1.400 kilómetros por 40 minutos tras un cristal.

Es sobre esta inmensa dignidad que se cimienta la victoria

Lo cierto es que el martes siguen las declaraciones, después de que lo hayan hecho Junqueras y Forn. Abrirá la sesión Jordi Turull y previsiblemente por la tarde le tocará a Raül mirar fijamente a los siete magistrados del Supremo e ignorar a la extrema derecha, tanto la acusación particular como la fiscalía. Estaré. Neus me ha cedido una de sus plazas, cada familiar dispone de dos. De Raül, de cómo afronta la prisión y de su musculatura de Popeye podría hacer cada vez más elogios, de la entereza conla  que ha afrontado todo lo que ha ido pasando; también de la actitud tan firme de Diana Riba, su compañera, de los hijos magníficos que tiene y que se está perdiendo. Probablemente, la parte más dura de todo este escarnio que perpetra la justicia española.

Quién es Raül se explica con una anécdota que viví, que me emocionó y recordaré siempre. Dos días antes de que entrara por primera vez en prisión, estábamos en una reunión, por la noche. Los pronósticos cada vez eran más funestos. Estaban Oriol, Raül, Carles Mundó, Turull y Rull, entre otros. El momento era muy delicado. Era también un momento de confesiones íntimas y fue Raül quien, mirando a los compañeros a los ojos, dijo: "Si el precio de la libertad es la prisión, asumiré la prisión". No hacía falta decir nada más. Ya lo había dicho todo. Por eso no me sorprende nada que afronte el juicio con la cabeza alta, sereno y consciente de que esto va para largo. Pero que de todo lo que ahora diremos viviremos mucho tiempo. Es sobre esta inmensa dignidad que se cimienta la victoria.