Los juntaires han puesto el grito en el cielo porque el candidato del PSC, Salvador Illa, ha recurrido a una lamentable instrumentalización de la vacuna como antídoto al lazo amarillo. Es el habitual bajo nivel de este PSC y su caza y captura del voto de Ciudadanos, principal maná electoral al que aspiran los socialistas. Tan bajo y lamentable como el de alguna de las estrellas del Twitter juntaire. Sólo había que leer el tuit de la llamada "Gallifantes": “En vez de AMNISTÍA pidamos PERMUTA. Que salga Turull y entre Vergés”. Es, sin duda, el mismo estilo que el del socialista Illa. No tengáis ninguna duda de que si la Gallifantes hubiera participado en las primarias de Junts, habría superado al propio Canadell "Shakespeare es catalán".

Hay que recordar que Salvador Illa es el artífice del pacto de la Diputación de Barcelona (DIBA) entre Junts y PSC, pacto que devolvió al PSC la presidencia de la DIBA, gracias a los votos dóciles, sumisos, de los diputados provinciales de Puigdemont. Les regalaron la presidencia de la tercera institución del país, con un único objetivo: impedir que su presidente pudiera ser el republicano Dionís Guiteras. La confrontación inteligente que, de tanto que lo es, da pena.

El caso es que la primera medida que tomó la presidenta socialista fue retirar el lazo amarillo de la fachada de la DIBA, en Rambla Catalunya. ¿Y cómo reaccionaron los juntaires? Como si nada, con la misma cara de bobos con la que votaron a la socialista Núria Marín. A menudo nos pretenden hacer creer que la Diputación es una (llamativa) excepción a su política de pactos. ¡Qué gran farsa! Los gobiernos de coalición entre Junts y PSC son la fórmula más repetida en toda la Región Metropolitana de Barcelona, en la mayoría de consejos comarcales. Y también en el Ayuntamiento de Sabadell, uno de los ayuntamientos más grandes del país. Allí sí que funciona un tripartito. Y este es el de PSC, comunes y Junts. Nueva contribución de Junts en un municipio donde ERC tenía la opción aritmética de ganar la alcaldía. Que se lo pregunten al concejal sabadellense Gabriel Fernández por el triste papelón de la juntaire Lourdes Ciuró. Incluida también la retirada del lazo amarillo y la actitud displicente de los juntaires de Sabadell.

Ahora los juntaires se rasgan las vestiduras porque Illa se erige en antídoto al lazo amarillo. Pero resulta que en las instituciones del país que comparten con el PSC han tolerado con una sonrisa la retirada del lazo amarillo

¡Pues mira por dónde! Ahora los juntaires se rasgan las vestiduras porque Illa se erige en antídoto al lazo amarillo. Pero si resulta que en las instituciones del país que comparten con el PSC, por todo el país recuperando de facto la sociovergencia, han tolerado con una sonrisa la retirada del lazo amarillo. ¡Hay que tener morro! Y la cara más dura que el cemento. Con tanta comedia les tendría que caer la cara de vergüenza. Además que esta sociovergencia va acompañada de la tolerancia hacia la corrupción escandalosa que se ha producido en L'Hospitalet, con el conocimiento de la presidenta de la DIBA. ¿Y cuál ha sido la reacción de los de Puigdemont? Pues salir a defender la presunción de inocencia de la dirigente del PSC, en un más que evidente hoy por ti, mañana por mí.

Juntaires y socialistas son "la extraña pareja". Los amantes que en secreto disfrutan de una pasión desatada para el día siguiente esconderla por el "qué dirán". Nada más lejos que tener memoria. Los dos partidos han hecho del olvido su primer mandamiento. Muertos durante décadas en las cunetas, franquismo patrocinado y los perdedores de la guerra y familias dejados de la mano de Dios. Sí, señores, eso es lo que han hecho juntaires (exconvergentes) y socialistas. Pero no sufran, no verán a ninguno de sus apóstoles, feligreses o devotos predicar con el ejemplo.

Con el lazo amarillo, con el "cinturón rojo" o con unas nuevas siglas mutantes, no se dejen engañar. Saber quién es quién. Saber "qué quiere esta gente" y cuál es su proyecto para el país. Si rascan un poco, verán que detrás de esta niebla espesa, de este humo enfermizo, están los de siempre.