Todo el mundo daba por muerto al PSC, pero ahora mismo es el único partido que gobierna en las cuatro capitales catalanas. Y lo hace, curiosamente, con pactos que incluyen a todos los partidos menos la CUP i Esquerra Republicana, con quien por cierto formó dos gobiernos de la Generalitat. ¿Lo repasamos?

En Tarragona y Lleida tienen la alcaldía gracias a los pactos de Josep Fèlix Ballesteros con PP y Unió, y de Ángel Ros con Ciutadans. En Girona están en el gobierno después del apoyo de los concejales de Sílvia Paneque a la convergente Marta Madrenas. Y en BCN acaban de firmar un acuerdo con Ada Colau (Comuns + Iniciativa) que convierte a Jaume Collboni en el número 2 del consistorio.

Las críticas consideran que poder pactar con un abanico de siglas que va desde el PP al coluaisme sólo está al alcance de un partido que vive para la silla. Los comentarios favorables argumentan que eso demuestra que son un partido abierto que ocupa la centralidad política.

En todo caso, lo interesante del fenómeno es que esta situación nunca vista coincide con el peor momento del PSC tanto en el Parlament de Catalunya como aportando diputados al PSOE en las generales. Pero también añade un nuevo elemento de análisis.

En este momento el segundo partido en el Parlament es Ciutadans, una formación que no tiene ninguna alcaldía en Catalunya y que va justita de concejales. Es fácil concluir que su gran problema es la falta de arraigo en el territorio y que, por lo tanto, cualquier pequeña sacudida puede enviarlos a hacer un “upeydé” y adiós buenas tardes. En cambio, este PSC que perdió una de las almas y, sobre todo, la diputación de BCN, mantiene presencia en el área de BCN, en el Baix Llobregat y en las capitales. Y eso les permite conservar espacios donde ir fogueando nuevas caras que, quizás, algún día renueven y rejuvenezcan de verdad el partido y consigan recuperar parte del espacio perdido.

Sea como sea, hay que seguir contando con el PSC. Y ojo que no acabemos viendo a Miquel Iceta firmando algún pacto o acuerdo en un despacho no situado precisamente en un ayuntamiento, sino en el recinto del Parc de la Ciutadella.

Ventajas de ser de goma, que eres flexible y resistente.