Tal día como hoy del año 1812, hace 210 años, la Grand Armée francesa que había invadido Rusia iniciaba su retirada. Medio año antes, el ejército francés, formado por 691.500 efectivos y comandado por el emperador Napoleón I, había iniciado la conquista de Rusia. Las tropas francesas habían sido reforzadas con efectivos procedentes de Polonia, Baviera, Sajonia, Westfalia, Prusia, Milán, Toscana, Croacia, Castilla y Catalunya; que elevaban la cifra total de efectivos del ejército imperial a 771.000 hombres, muy superior a los 500.000 efectivos que consiguió movilizar el zar Alejandro I.

Según la investigación historiográfica, unos 1.000 soldados del ejército napoleónico procedían de Catalunya. Pero no eran voluntarios ni soldados de leva; sino que eran somatenes de un regimiento nombrado Princesa de Barcelona, que se habían rebelado contra el régimen bonapartista y que habían sido detenidos y enviados como prisioneros al principado de Schelswig, y, posteriormente, a combatir en el frente de Rusia a cambio de la libertad. Según las fuentes documentales, los catalanes que fueron enviados a Rusia estaban comandados por el general Pere Caro i Sureda, y por los tenientes Canut, Llanza de Valls y Bonet.

Aquellos catalanes fueron inicialmente integrados en el Regimiento Joseph Napoleon, formado por 4.200 voluntarios y prisioneros procedentes de la península Ibérica y comandado por el gallego bonapartista Jean de Kindelan. Y, posteriormente, fueron encuadrados en una unidad propia denominada Regimiento de Catalogne, a las órdenes del general Caro i Sureda. Los soldados castellanos de Kindelan estaban uniformados con casaca y pantalón blancos y solapa verde; mientras que los soldados catalanes de Caro y Sureda lucían también casaca y pantalón blanco pero con la solapa azul.

El Regimiento Catalogne formó parte del cuerpo de batalla que combatió en la orilla del río Moscova y a Maloyaroslavets (a cien kilómetros en el suroeste de Moscú), y que se saldaron con sendas derrotas para el ejército bonapartista. Después de una retirada dramática (falta de provisiones, bajas temperaturas, y acometidas de los cosacos), a principios de la primavera de 1813 llegaron a Fráncfort del Óder (Prusia, actual Alemania) totalmente diezmados. La suma de los efectivos supervivientes de los regimientos Joseph Bonaparte y Catalogne contabilizaba, tan solo, a 62 hombres.