Solsona vuelve a tener obispo y Menorca se ha quedado en sede vacante. Se ha acabado, por lo tanto, la incómoda situación de la diócesis que había sido la sede del obispo Novell, ahora con una nueva vida familiar alejada de mitras y báculos que claramente habían dejado de interesarle. Envían al obispo valenciano Francesc Conesa, que vivía hasta ahora en la relativamente tranquila Menorca. El nuevo obispo de Solsona, de 60 años ―joven, en términos eclesiásticos―, es un experto en el misterio del mal y en la increencia. El nombramiento lo ha anunciado el obispo de Vic, Romà Casanovas, a quien también le había tocado ser obispo sustituto de Solsona mientras no hubiera relevo. El obispo Francesc Conesa Ferrer entrará en el corazón de Catalunya el 12 de marzo. Tiene todos los ingredientes para ser un obispo conciliador y entender rápido a su gente. Y para ir consolidando la cuota valenciana episcopal en Catalunya, que no pasa desapercibida.

Hace pocos meses que conozco a este nuevo obispo. Mantuve una conversación con él este verano, justo un mes antes de que estallara el caso Novell. Nos encontramos en el obispado, en la sede episcopal en Ciutadella. Recuerdo que era el día de santa María Magdalena, uno de los personajes femeninos más interesantes de la Biblia.

Francesc Conesa tiene una conversación franca y no es un hombre beligerante ni intrigante, pero contundente. No es pusilánime. Se le ve amigo de los libros y de la reflexión

Me abrió la puerta él mismo, sin secretarios ni ayudantes. En la entrada del palacio recordamos a los obispos precedentes y enseguida nos sentamos tranquilamente a hablar en su despacho. El obispo experto en ateísmo, descreimiento, habla, pero no por los codos. Colegas míos de Polonia me habían hablado muy bien de su mente ordenada. Tiene una conversación franca y no es un hombre beligerante ni intrigante, pero contundente. No es pusilánime. Se le ve amigo de los libros y de la reflexión. Recuerdo que en la conversación salieron muchos temas, entre ellos la libertad religiosa, que le interesa y tiene conocimientos, y también los medios de comunicación y adónde va la Iglesia con sus problemas y posibilidades. Cuando hablas te escucha, y ves que va haciendo cábalas mentales. Este obispo nacido en Elx no interrumpe, pregunta cuando lo considera, no se distrae. Los hombres de gobierno no siempre son así, y muchos talantes de gestión se alejan del humanismo y el hummus filosófico. No es su caso. Conesa es autor de Dios y el mal. La defensa del teísmo frente al problema del mal según Alvin Plantinga, que, por cierto, es un eminente filósofo de la religión calvinista también experto en el problema del mal y la libertad humana.

El nuevo obispo todavía hoy es profesor de la Universidad de Navarra, vinculada al Opus Dei. Le interesa el eclipse de Dios y el ateísmo (uno de sus últimos libros lleva este título). Cuando entró en Menorca, hace casi cinco años, les escribió a sus nuevos diocesanos deseando que la Iglesia fuera misionera, abierta y más dinámica. Solsona ya ha tenido sustos dinámicos últimamente. Es una diócesis con parroquias con poco número de fieles, donde paradójicamente han surgido iniciativas de relanzamiento de la fe que no se han dado en otros lugares, como cursos de liderazgo para sacerdotes, los grupos Alpha de evangelización (llegados de Gran Bretaña) u otras ideas que han querido romper la trayectoria más tradicional de la vida ordinaria de una pequeña diócesis en el corazón de Catalunya. El obispo Francesc es otro obispo que no proviene de las diócesis catalanas sino de València, que eclesialmente es otra provincia eclesiástica. También el obispo de Lleida sería de este patrón, o el de Tortosa y el de Sant Feliu. El nuevo obispo viene con algunos precedentes polémicos: no quiso a una chica de Menorca de catequista porque esta se casó civilmente con otra chica. El obispo Conesa recibió manifestaciones y firmas para que se la readmitiera como agente pastoral, pero él recordó que esta decisión de la chica no armoniza bien con las enseñanzas de la Iglesia. En Solsona puede tener más casos "no armonizables" con lo que está escrito, porque la realidad se impone y suele ser más complicada que las grandes directrices. El nuevo obispo entiende muy bien a los "de fuera", a los ateos y no creyentes, y también le tocará lidiar ahora con "los de dentro", a la gente que encontrará en la diócesis solsonina, con sus vivencias y contradicciones. El Papa de Roma le resultará una buena brújula, acostumbrado a pedir a los obispos que sean comprensivos y no se tomen las cosas a rajatabla y que no interpongan nunca las ideologías por delante de las personas. Precisamente estos días en Roma se celebra la famosa visita Ad Limina Apostolorum, donde los obispos se encuentran con el Papa. Estaremos atentos a qué pide, el papa Francisco, al episcopado catalán. Estará presente la palabra diálogo, seguro, en el discurso, y misericordia, frontera y vulnerabilidad también serán conceptos clave, probablemente.