Recuerdo la R4 de Rodalies de mi etapa universitaria como una línea con retrasos frecuentes y estaciones escalofriantes. La de Castellbell i el Vilar era mi preferida. En la cumbre de una colina, oscura por la noche ―los cinco sentidos alerta cuando cruzabas las vías―, un edificio de la estación destartalado. Ahora de vez en cuando cojo Rodalies, y más o menos el panorama no ha cambiado mucho. A veces pintan las estaciones, me parece.

La otra opción ferroviaria para ir de Manresa a trabajar o estudiar a Barcelona son los catalanes ―Ferrocarrils de la Generalitat o ferrocatas, para los estudiantes de la Autònoma―. Por alguna razón marean más que meterse dentro de una lavadora, pero van como la seda. Los catalanes son la prueba de que si Catalunya fuera independiente, sería un estado tan centralista como la España radial. Si quieres ir de Manresa a Igualada, tienes que hacer transbordo en Martorell. Las líneas están encaradas a Barcelona, y se detienen en todos los municipios metropolitanos. En todos. TODOS. Salvo la Colònia Güell y Santa Coloma de Cervelló.

Por si todavía tenías alguna duda del centralismo barcelonés, muchas noticias sobre el encarecimiento de títulos de transporte tan sólo hablan indignadas de la subida de la T-10 de una zona. ¿Sabéis cuánto cuestan las de cuatro, cinco, seis zonas? En los municipios de seis zonas torturamos a la gente desmenuzándoles en la cara la T-trimestre que acaban de comprar. Cuando ves que Sant Cugat quizás entra en la zona 1 y que, sin embargo, seguramente, Manresa seguirá en la zona seis, no puedes evitar pedir que el mundo te deje en paz de una vez.

Me gustaría que habláramos más de cómo mejorar la conexión entre los pueblos y ciudades de Catalunya

Alguien dirá que de acuerdo, que el transporte público es más caro porque vivir fuera del área metropolitana tiene ventajas como que los alquileres son más baratos o que no respiras (tantos) desperdicios radiactivos. Pero la única ventaja comprobada es que puedes llegar tarde a la universidad cuando quieras. Cuando le dices al profesor que vienes de Manresa, de Santpedor, de Callús o de Navarcles, te trata como aquel niño de la película Camino a la escuela que cruza la Pampa en burro para ir a clase.

Claro que siempre podemos coger el coche. Una opción es pasar un trocito por la C-55. Sobre la C-55 os diré que hay una plataforma vecinal que se llama No más muertos en la C-55. Para ir de Manresa a la Autónoma en coche, sin pasar por autopista, recuerdo que íbamos por una carretera que debe ser la C-58. Cuando llovía sabíamos que teníamos que ir con cuidado con las curvas. Si te quieres ahorrar problemas, tienes la C-16, conocida popularmente como "la autopista de peaje que, por el tiempo que te ahorras, unos diez minutos, no compensa el precio, carísimo". Si vas a Barcelona entrando por Sant Joan Despí, te encontrarás con el maravilloso tramo Monistrol de Montserrat-Olesa, encajonado entre los pies de la montaña y un precipicio que supongo que en el culo hay el Llobregat o alguna cosa. Cuando llueve, prepárate. Ahora lo están mejorando, y entiendo que pocas obras más se pueden hacer porque la geografía es la que es.

A raíz de la desgraciada muerte de un vecino de Castellbell i el Vilar al descarrilar un tren de la R4, mucha gente ha empezado a hablar del estado de Rodalies. Hablemos de ello de una vez por todas. Iría bien, sin embargo, que no nos centráramos sólo en Rodalies. Me gustaría que habláramos más de cómo mejorar la conexión entre los pueblos y ciudades de Catalunya. Seguramente la gente de Girona, de los Pirineos, Lleida o Tarragona también tienen historias, odiseas de viaje, con la red de transportes públicos y privados.