Los 20.000 puntos logrados esta semana por el Dow Jones han resonado como un gong en todas las bolsas mundiales. Jaume Puig, director de GVC Gaesco, se muestra taxativo; "es el fin de los grandes descuentos bursátiles". A partir de ahora, en Europa toca subir. Al Ibex un 15% este año, hasta 11.000 puntos, que llegará a los 13.000 cuando las cotizaciones en bolsa se equiparen al valor intrínseco de las compañías. Una buena perspectiva para los próximos tres años que se extienden a Europa.

No es un secreto que Wall Street es el origen de los flujos de capitales

Para nadie es un secreto que Wall Street es el origen de los flujos de capitales y de ahí parten las señales al resto de los mercados, lo que le permite adelantarse. Tras cerrar un buen año 2016, el PER (relación entre el precio y el beneficio de las acciones) del conjunto de S&P 500 es del 17,5, una tasa que ya está en línea con el valor de sus acciones, si bien el "efecto Trump", con su plan de inversiones y reformas fiscales, aún puede tener recorrido.

En el caso del Eurostoxx 50, el PER está en 14,1 y en el Ibex, en el 13,8, es decir que el precio es claramente más barato y más propicio por ende para entrar en la senda alcista. El Wall Street Journal explicaba el viernes la clara mejora del sentimiento de los inversores europeos respecto a sus mercados.

Para Jaume Puig, "las perspectivas del FMI sobre un crecimiento de la economía mundial del 3,4% crean grandes oportunidades para la mejora de las ventas, que junto a unos costes financieros bajos en Europa y unos precios moderados de las materias primas componen un marco claramente positivo para las empresas".

Victor Peiro, director de Análisis de GVC Gaesco Beka, agrega que "la perspectiva de un crecimiento del 4,6% para los países emergentes ofrece una ventaja adicional para el Ibex dadas sus importantes inversiones en áreas como Latinoamérica". 

En el programa económico de Donald Trump, que quiere llevar a la economía americana a un crecimiento del 4%, aspectos que Jaume Puig destaca, como la reforma del Impuesto de Sociedades, la deducción de la inversión en capital de las empresas, o la reducción por repatriación, que podría llegar al 10%. "Todo ello alienta la inversión que mejora la productividad. Eso es clave", reflexiona.

Otro factor que ahora está en juego es la inflación y con ello la posibilidad de subidas de los tipos de interés

Otro factor que ahora está en juego es la inflación y con ello la posibilidad de subidas de los tipos de interés. Para el director de GVC Gaesco, "las normalizaciones de los tipos de interés son bien acogidas por la bolsa, se ven positivas". El problema es cuando los bancos centrales se retrasan porque luego quizá lo deban hacer de forma precipitada como se teme que pueda ser el caso de la Reserva Federal. En cualquier caso, los mercados observan que tanto el BCE como la Fed prefieren pecar de expansivos antes que quedarse cortos.

Otra cuestión ligada con las subidas de los tipos de interés es la recompra de las propias acciones de las empresas cotizadas. En su carta a los clientes, Larry Fink, presidente del BlackRock, firma que gestiona 5 billones de dólares, llamaba a las grandes empresas a reinvertir sus beneficios para financiar su crecimiento futuro, algo que en los últimos años se ha echado en falta.  "En el tercer trimestre de 2016, los dividendos y las recompras de las acciones de las empresas del S&P 50 superaban los beneficios efectivamente obtenidos. La inversión es el punto débil de la economía", indicaba. A ello contribuían unos tipos de interés muy bajos que permitían la práctica de endeudarse para comprar las propias acciones.

Además de estos efectos, la normalización de los tipos de interés, dice Jaume Puig, alienta el liderazgo de las empresas cíclicas, que pasan por delante de los valores ultradefensivos o de la renta fija a largo plazo o corporativa.

Jaume Puig: los mercados son capaces de superar en breve tiempo y sin graves daños los shocks o riesgos políticos que se presentan

Tras las experiencias de 2016, como ha sido el caso del Brexit, Jaume Puig entiende que los mercados son capaces de superar en breve tiempo y sin graves daños los shocks o riesgos políticos que se presentan. Han acumulado experiencia y sangre fría ante acontecimientos adversos, lo que a efectos de un calendario electoral muy cargado en Europa puede suponer una garantía sobre su comportamiento.

En lo que Jaume Puig no ha logrado superar sus dudas es si, al final de la carrera hacia el futuro que el Mundo ha emprendido, Estados Unidos conservará el liderazgo o el cetro recaerá en China. Hacerse buenas preguntas, también es una cosa importante mirando a la inversión.