La declaración del exconseller de Presidència Francesc Homs ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por la consulta participativa del 9-N este lunes y la petición del expresident Artur Mas, de la exvicepresidenta Joana Ortega y de la exconsellera Irene Rigau solicitando que se archive el caso ha vuelto a poner en primera línea informativa la consulta participativa que se celebró en Catalunya. El Gobierno español la quiso judicializar a toda costa con la oposición unánime de los fiscales de Catalunya, y comportó, además, la dimisión del entonces fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce. El hecho de que Homs acudiera a la sede del TSJC acompañado por diferentes actores políticos del entorno independentista no es más que una respuesta a la piña de este espacio político ante una situación que tiene mucho de estrategia política del PP pero cuyas consecuencias penales son imprevisibles.

En primer lugar está la citación de Homs, que en una segunda fase se ha incorporado a los miembros del gobierno catalán investigados y que inicialmente no figuraba en la lista de la Fiscalía. El hecho de que su nombre se añada a los de Mas, Ortega y Rigau da pie casi sin esfuerzo a una nueva lectura política: ¿Trata la Fiscalía de que una pieza del caso o todo él acabe en el Tribunal Supremo? No debería ser así pero habida cuenta de los antecedentes sobre el caso tampoco parece exagerado descartar ninguna posibilidad.

Pero más allá de las disquisiciones judiciales hay un argumento que debería ser de peso. Este caso no debería haber entrado nunca en la vía judicial. Solo la incapacidad política y la negativa del gobierno popular a aceptar que había errado en su diagnóstico, primero con el convencimiento de que la consulta no se llevaría a cabo y, después, que sería un fracaso de participación, acabó provocando una respuesta airada y desmedida. Pero cuidado: la justicia también ha retenido en prisión durante más de seis años a Arnaldo Otegi. Algo que hoy suena a todas luces como inexplicable.

Y una última reflexión. En este pacto que con tanto entusiasmo defienden PSOE y C's, ¿como queda el tema del 9N? Porque el PSOE inicialmente no compartía que esta cuestión estuviera en los juzgados y Ciudadanos, en cambio, era muy partidario de ello. Pero la política es mutante. Dicen.