Los consejeros del Banco Central Europeo han elevado su meta de inflación hasta el 2% con el permiso de sobrepasarla cuando sea necesario. Tal decisión, comunicada el jueves, supone la primera revisión de la estrategia del BCE en casi 20 años. La nueva directiva podría dar el visto bueno a los miembros del BCE si deciden mantener una política monetaria ultraflexible el tiempo que se considere necesario.

La inflación ha venido para quedarse en la zona euro, como, entre otros, asegura Mateusz Urban, economista de Oxford Economics. "Las empresas del sector servicios están subiendo sus precios al ritmo más pronunciado desde hace más de dos décadas", ha subrayado Chris Williamson, jefe de la consultoría IHS Markit, que elabora el índice de referencia PMI sobre la evolución de la economía europea.

Dentro del BCE el último que dio la señal de alarma fue el presidente del Banco Central de Holanda, Klaus Knot, que rechazó la idea de que estemos en una inflación temporal. "No debemos sobreestimar nuestra capacidad para determinar de antemano qué es inflación temporal y qué no lo es".

Klaus Knot señaló el aumento de los precios de la vivienda como una señal de la presión de los precios. El sector inmobiliario fue de lejos el más mencionado cuando el Banco Central Holandés celebró una "reunión de escucha" con ciudadanos y grupos de sociedad civil como parte del seguimiento de la estrategia del BCE. Sobre una reunión de este tipo, Knot anotó: "nosotros como banqueros centrales nos quejamos de que la inflación es baja, pero cuando hablas con la gente de la calle te dice que todo se ha vuelto terriblemente caro. Y luego les preguntas: ¿qué se ha vuelto tan caro? Y responden: "Los precios de la vivienda". Y entonces nosotros decimos: "Lo siento, pero eso no está en nuestro índice de precios". Y escandalizados responden: "Eso no puede ser cierto". 

Asimismo, en Francia la inflación de los precios del inmobiliario ha sido vertiginosa, más que en Alemania y EE.UU. Eso penaliza sobre todo a los compradores, especialmente a los jóvenes. 

Curiosamente, en España la vivienda mantiene los precios pese a la fuerza de la demanda. Según el último informe de la Sociedad de Tasación, se mantiene en 2.482 euros por metro cuadrado, lo que, indica, supone una variación anual del 0,4%. Expertos atribuyen esta moderación a lo ocurrido en la crisis del 2008 "y no quieren repetirlo", indican.

Pero esa prudencia es absolutamente minoritaria. "En todo el mundo, los mercados inmobiliarios se están volviendo locos. Desde EE.UU, hasta el Reino Unido y China la vivienda está experimentando un auge profundo. "Las valoraciones globales se están disparando al ritmo más rápido desde 2006", según Knight Frank, "con incrementos de dos dígitos".

El BCE trata ahora de prevenir para que la corriente no nos arrastre a todos.