Te puede gustar mucho Leo Messi, pero eso no quita que te acuerdes de él, de toda su parentela, y de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, cuando juega mal. O cuando te parece que juega mal. Puedes ser del Barça, de toda la vida, y un buen día tener ganas de fusilar a toda su directiva, sin juicio previo ni medidas de gracia. Puede ser hijo de Xenacs y pensar que es un pueblo de mala muerte, feo y sin enmienda posible, un descojone de la humanidad, una vergüenza que debe ocultarse. Te pueden gustar mucho las judías y, precisamente por eso, en un restaurante, pedir una tortilla a la francesa, cuando ves qué tipo de frijoles han ido repartiendo a las otras mesas, por los clavos de Cristo. Y después de todo, que puedes estar defendiendo la opción política que te parece mejor, o la opción que dirías que es la menos mala, y que haya días que estés muy enfadado con los que se supone que son los tuyos. Efectivamente, ya está bien que no coincidas siempre con los políticos que votas, ya está bien, es sano, que si siempre estuvieras de acuerdo con ellos serían gurús y la política se convertiría en una especie de secta satánica y acrítica. No puedes estar siempre de acuerdo con lo que hacen. Pero por la misma razón, no puede ser que no estés nunca de acuerdo, en los últimos tiempos, con nada de lo que están haciendo. La vergüenza de lo que vivimos ayer en el Parlamento de Catalunya es difícilmente superable. Son un grupo de dejados, de irresponsables, de vagos, de inmovilistas, de farsantes, de cínicos, de cobardes. Acusándose mutuamente entre los tres partidos independentistas para, al final, no hacer nada. Jugando a la falsa resistencia, al autonomismo más parecido al de Miguel Ángel Revilla que al independentismo de Francesc Macià. Si no queréis enfrentaros a la cárcel no haberos presentado a las elecciones. Sois tan decepcionantes que es como si yo ahora dejara de hacer el comentario por el que me pagan. Como si ahora no dijera lo que tengo que decir. Que es exactamente lo que pienso hacer como señal de protesta. La madre que os parió.