Que los socialistas recuperarían el control de la Diputación de Barcelona estaba cantado desde las elecciones del 26 de mayo. Iba en el pack del acuerdo político que entregó la alcaldía de la capital a Ada Colau que los comunes no harían nada para impedir que el PSC volviera a presidir la corporación provincial que a lo largo de los años más servicios ha prestado al Partit dels Socialistes.

Para entender la guía que viene a continuación hay que recordar que PSC y ERC tienen 16 diputados provinciales; JxCat tiene 7; los comunes, 5; Ciudadanos, 4; el PP, 2, y Tot per Terrassa, 1 .

Por qué el PSC ha pactado con Junts por Catalunya y no con los comuns.

El PSC ha pactado con Jxcat porque sumando sus escaños, 23 votos, articulaban una minoría mayoritaria sin alternativa. Con los comuns, el PSC sólo sumaba 21 y con el bloque del 155, es decir, con Ciutadans y PP, sólo 22. O sea, siempre menos que ERC más JxCat, que también suman 23. La suma de ERC con comuns y Ciudadanos y / o el PP era políticamente inviable.

Por qué JxCat ha pactado con el PSC y no con ERC?

Porque era la única manera con la que los posconvergentes podían mantener unas cuotas de poder institucional fundamentales no sólo por las sillas y los puestos de trabajo, sino también para seguir apoyando a sus alcaldes, que son los que aseguran el mantenimiento de la implantación territorial del partido en estos momentos tan difíciles e inciertos. Si JxCat y ERC se ponían de acuerdo y sumaban 23 escaños, automáticamente se ponía en marcha la mayoría alternativa para impedir una Diputación independentista tal como ha ocurrido en el ayuntamiento de la capital, y en este caso JxCat se quedaba sin nada.

Núria Marín no es independentista, ni lo será, pero su política ha sido integradora y conciliadora

Por qué el PSC no ha pactado con ERC y con los comunes y sí con JxCat?

Desde el tripartito, el PSC tiene terminantemente prohibido volver a pactar nada que sea importante con ERC y desde el procés aún más. Pero no es sólo eso. ERC crece considerablemente en los feudos socialistas y se ha convertido en prácticamente el único rival que amenaza su hegemonía en el ámbito de la izquierda, como se demostró en las elecciones generales y en buena parte también en las municipales. Así que la consigna del PSC es impedir como sea que los republicanos sigan creciendo. En este sentido, JxCat prácticamente no disputa votos al PSC y en cambio sí que frena la penetración de los republicanos en feudos socialistas.

Lo que ha pasado en la Diputación de Barcelona es el paradigma de la politiquería partidista catalana y el resto son expresiones de dinámicas locales que confirman la regla. Con todo, el pleno de la cvorporación ha ofrecido una imagen significativa. Celestino Corbacho, exalcalde de l’Hospitalet de Llobregat, exsocialista y ahora con Ciudadanos, se ha visto obligado a entregar el bastón de mando a su sucesora, Núria Marín, la actual alcaldesa de l'Hospitalet.

Núria Marín es socialista, no es independentista, ni lo será, pero su política en la segunda ciudad del país ha sido integradora y conciliadora. No ha caído en la trampa de dividir la sociedad para sacar provecho electoral como ha hecho el partido donde se ha refugiado su antecesor. Por el contrario, ha defendido con hechos la promoción del catalán como la lengua propia del país en un ámbito predominantemente hispanohablante que es donde más falta hace. Sin la aportación integradora en lo cultural, en lo social y en lo urbanístico de alcaldes socialistas del área metropolitana de Barcelona como Antonio Balmón, Antoni Poveda o Núria Parlon, el país habría sido otro, seguramente mucho peor, y esto es algo que el soberanismo catalán debería tener muy presente. Creo sinceramente que a los que gritaban durante el pleno de la Diputación ante el edificio de la Rambla Catalunya, los árboles no les dejan ver el bosque. Enhorabuena, Núria.