Ayer vi un vídeo de España Ciudadana, la plataforma no nacionalista patriótica española (¡Viva!) impulsada por Albert Rivera y Ciudadanos. Si es tan amable de mirárselo un momentito, verá que sucede a los 20 segundos:

Efectivamente, la imagen que aparece junto con la palabra corrupción es la de Jordi Pujol. O sea, de entre las decenas de personajes públicos asociados con la corrupción, han ido a escoger justamente la suya. ¿Casualidad? ¡Hooombre, pero cómo puede dudarlo! Cómo puede pensar que haya ninguna intención de relacionar la corrupción con el "padre" del catalanismo moderno que ha derivado en independentismo. Ah, por cierto, aviso para espabilados, no estoy exculpando a nadie de nada. Simplemente manifiesto mi indisimulada sorpresa porque entre el variado grupo de personajes que están encarcelados mediante sentencia firme por corrupción, mire usted por dónde, escojan a una persona que no es que no haya sido citada para declarar por ningún juez sino que ni siquiera ha sido acusada de nada.

Y todavía me sorprendo más en un día donde hemos vivido dos momentos que usted no creería. Yo hoy he visto detener a Zaplanas en llamas más allá de Orión y he visto rayos C brillar en la oscuridad del despacho del número 2 de Cristóbal Montoro en el Ministerio de Hacienda, cerca de la puerta de Tannhäuser. Que, oiga, para ser martes, no está nada mal.

Pues sí, la Guardia Civil ha detenido a Eduardo Zaplana, que es el señor aquel que hacía cara de vendedor de pisos de 34ª línea de mar en Torrevella (Alacant) y que llegó a ser president del País Valencià y ministro de Aznar (cosa que demuestra que si un servidor quisiera podría ser míster camiseta mojada en la discoteca "Rompetechos" de La Mussara). Lo acusan de blanquear un dinero negro procedente del extranjero que eran las comisiones obtenidas por adjudicar contratos irregularmente. El mismo día que hemos sabido que a José Enrique Fernández de Moya, secretario de Estado de Hacienda y número dos de Cristóbal Montoro, lo investigan por los presuntos delitos de prevaricación administrativa continuada, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias (cosa que demuestra que quizás habríamos acabado antes enumerando los delitos por los cuales no está acusado) y que el próximo 5 de junio tendrá que ir a declarar.

¿Qué quiero decir con eso? Hombre, yo ya entiendo que el no nacionalismo identitariamente patriótico tenga una fijación con Jordi Pujol porque entre sus clientes haya funcionado muy bien aquello del 3% y el bla. bla. bla. Ahora bien, que la imagen de la corrupción en España sea Jordi Pujol lo encuentro tan cercano a la realidad cierta como el no nacionalismo de los autores del vídeo.

En un Estado donde el mismo día que sabemos que el número 2 de Hacienda tiene que declarar ante un juez por 4 delitos (CUATRO) económicos, que detienen un exministro y expresidente de la autonomía que era ejemplo del modelo pepero y que la gente hace correr por la red esta imagen...

... pues eso, que un servidor no tiene muy claro que la imagen de la corrupción en España sea esta:

Pero claro, yo escribo al dictado y publico en un medio subvencionado por el separatismo corrupto yihadista terrorista de los cedeerres supremacistas lepenistas racistas con folre y manilles intolerantes a la lactosa & the Wailers. Por tanto, ¿qué narices se podía esperar de mí, verdad?