(Esta humilde columna ofrece hoy la transcripción del acto a favor de la unidad realizado recientemente y en el cual participaron representantes de dos organizaciones que defienden la unidad como herramienta imprescindible para el futuro del país)

―Catalanes y catalanas, os hablo desde la defensa sin resquicios de la unidad. En el partido A defendemos con toda claridad un lema que no engaña: unidad, unidad y unidad. Entre todos y todas. ¡Unámonos muy juntos y muy juntas! ¡Si nos unimos, todo será más fácil y llegaremos allí donde queremos llegar!

―¡Hola catalanes! En el partido B también defendemos la unidad sin matices y pedimos que nos unamos. No puede ser que vayamos separados. No nos lo podemos permitir. La unidad es imprescindible para conseguir nuestros anhelos. Si no vamos juntos, será imposible. Y si no vamos juntas, tampoco. ¡Catalanes y catalanas, unámonos! ¡Mucho!

―Como partidarios de la unidad unida, en el partido A llamamos a abandonar el partidismo en nombre del bien común. Nuestro objetivo es difícil, pero con la necesaria unidad, todo será más fácil. Gritad conmigo, sobre todo la gente del partido B: ¡Unidad, unidad, unidad!

―En el partido B siempre hemos hecho bandera de la unidad. Tanto, que estamos preparando una enmienda donde defendemos un cambio en la letra de nuestro himno nacional. Donde dice "cuando conviene segamos cadenas" proponemos que diga "cuando conviene segamos cadenas, pero seguémoslas todos juntos muy unidos y tampoco seguémoslas mucho, no fuera caso que las desuniéramos"...

―Catalanes, desde la defensa más estricta de la unidad os queremos alertar de los que dicen que defienden la unidad pero no realizan los pasos necesarios para que exista una unidad efectiva. La unidad se defiende uniéndose, no diciendo que quieres unirte. Emplazamos pues al partido B a que si quiere la unidad, todo es muy fácil. ¡Va, unámonos!

―Aceptamos el reto. Porque nos creemos la unidad efectiva. Va, unámonos. Ahora mismo. Sin esperar más.

―Pues va, hagámoslo.

―Empezad vosotros...

―No, mejor vosotros...

―No caray, nosotros queremos la unidad de verdad, por lo tanto seguro que no retrocederemos en el último momento. Podéis confiar totalmente. Dais el primer paso vosotros y nosotros enseguida nos añadiremos.

―Nosotros, que siempre hemos defendido la unidad verdadera, pero desde la pluralidad que enriquece los proyectos, no podemos permitir apropiarnos de la idea de la unidad. No lo haríamos nunca. No es nuestro talante. Por lo tanto, os emplazamos a vosotros a que iniciéis el camino de la unidad.

―No, no, detrás de vosotros.

―No, de verdad, nosotros no necesitamos ponernos la medalla de haber sido los primero en llegar a la unidad porque nos la creemos de manera sincera.

―Va, ni vosotros ni nosotros, hacemos una lista unitaria y a partir de aquí empezamos a fortalecer la unidad.

―¡Completamente de acuerdo en la unidad!

―¿Y la lista?

―¿Qué lista?

―¡La lista unitaria!

―La unidad de acción está por encima de las listas. Y es mucho más efectiva.

―Pero una lista única nos fortalece a la hora de conseguir los objetivos.

―Es mucho mejor que, en nombre de la unidad, presentemos nuestras propuestas por separado y después unamos estrategias.

―Unámoslas ya desde un principio en una lista única.

―La diversidad es riqueza. Y después ya tendremos un inmenso terreno común por delante.

―Pues empecemos ahora ya a unir el terreno común con una lista conjunta.

―Bien, primero quizás tendrían que unirse entre sí los que piden la unidad a los otros, ¿no?

―¡¡¡Unidad, unidad!!!

―¡¡¡Unidad, unidad!!!

―¡Nosotros más!

―¡Nosotros más de más, de más!

―¡Nosotros, unidad infinita!

―¡Pues nosotros unidad infinita, multiplicada por infinito! 

―¡Pues nosotros, eso, pero dos veces y con Loctite!

―¡Pues nosotros con Super Glue 3!

(Y hasta aquí la transcripción del acto a favor de la unidad que se celebró recientemente bajo el título genérico de "No se ponen de acuerdo ni con la marca del pegamento")