¿Qué pruebas mentales y de aptitud hacen en el momento de ingresar en los cuerpos policiales? Me lo pregunto más a menudo de lo que querría viendo y leyendo cosas muy preocupantes. Por el contenido y, sobre todo, porque si a policías de diversos cuerpos no les importa decir públicamente barbaridades y proferir amenazas de muerte, significa que en el momento de ser admitidos no les explicaron bien cuál era su trabajo y que una vez dentro no hay filtros para detectar quien necesita urgentemente un reciclaje cerebral. O directamente ser expulsado del cuerpo.

Claro que los policías pueden tener ideología. Pero cuando se ponen el uniforme, tiene que desaparecer. Un policía ejerciendo su profesión no está a favor ni en contra de nada que no sea defendernos a los ciudadanos de los malos. Y punto y final. Y si no le gusta o le repugna la ideología de un político, si quiere se lo comenta a sus familiares y amigos en privado, pero no se dedica a grabar vídeos y a colgarlos en las redes.

Justo esta semana me han llegado tres ejemplos de miembros de tres cuerpos policiales que demuestran que aquí (también) tenemos un problema. Juan Miguel Garrido (@Juanmi­_News en twitter) colgó el vídeo de un individuo vestido de Guardia Civil que es su propia parodia. Pero no hace ninguna gracia. Sobre todo porque amenaza de muerte al vicepresidente del Gobierno:

Amenazar de muerte a alguien públicamente es muy feo. Bueno, a parte de ser delito. Pero es muy preocupante que lo haga un miembro de la Guardia Civil vestido de uniforme. Si este personaje no tiene el sufiociente entendimiento para discernir que esto que está haciendo es muy grave, quiere decir que a este señor le falta un hervor y es un peligro para la sociedad que él debería defender. ¿Quién nos garantiza que si un día este tipo se encuentra de cara a Pablo Iglesias, una persona elegida democráticamente para representarnos, no le pegue un tiro?

Después tenemos el caso de Rafael Muñoz Leonisio, jefe de la Policía Local de El Puerto de Santa Maria (Cádiz). Este señor ha aprovechado su cuenta de Facebook para animar a la gente a hacer como él y participar en las caceroladas ultras de hace unos días en contra del Gobierno. Pero es que, además, al lado de citas de José Antonio y de comentarios homófobos, allí profiere proclamas golpistas como "Un régimen totalitario acecha España, alcémonos y desempolvemos las hachas de guerra". Y en el espacio que le queda libre dedica los siguientes adjetivos a las siguientes personas: "Hija de puta" a la ministra María Jesús Montero, "me cago en tu puta madre" a Fernando Grande-Marlaska, "comunista de mierda" a Pablo Iglesias o "borracho loco" y "majadero psicópata" a Fernando Simón.

La respuesta de Marina Peris (PP), teniente de alcalde de la Policía Local, ha sido decir que le abrirán un expediente "por si esta conducta tuviera responsabilidad administrativa en el ejercicio de su cargo". ¿Ah, pero todavía lo dudan? ¿Su jefe de policía es un insensato y un golpista y en el ayuntamiento todavía se lo tiene que mirar? ¿Qué más tiene que hacer o decir? Pero claro, si alguien ha creído que este individuo era lo mejor que tenían para ocupar el cargo que ocupa, ¿como se tienen que dar cuenta ahora que lo deben fulminar inmediatamente?

Y finalmente, tenemos un miembro del CNP. Este dice que es "inspector y TEDAX". Muy original no es a la hora de insultar a Pedro Sánchez, pero al menos innova llamándole "chepas" al vicepresidente Pablo Iglesias, a quien en tono chulesco le dice "ven a por mí". Y lo remata con Fernando Simón y el clásico insulto homófobo para Fernando Grande-Marlaska:

¿Y estos tres personajes nos lo tienen que defender a usted y a mí? Sí claro... de ellos mismos. Si dispusieran de la neurona con unas mínimas condiciones, tendrían un momento de lucidez, se quitarían el uniforme y se autoexpulsarían del cuerpo al que pertenecen. Y posteriormente se detendrían porque son un peligro público para la ciudadanía.