¿Recuerda aquello que decía Mariano Rajoy sobre la soberanía? Por cierto, inciso... ¿Qué lejos queda Rajoy, verdad? Parece que sea una cosa de nuestra niñez y no hace ni seis meses que este hombre todavía formaba parte de nuestra vida. Inciso acabado. Pues eso, que Rajoy decía que aquello del referéndum no podía ser de ninguna de las maneras porque la soberanía era de todos los españoles. Y que, por lo tanto, en caso de que fuera posible lo que era imposible, tendrían que votar todos los españoles.

Pues bien, me acojo a este bonito argumento para exigir poder votar en las elecciones andaluzas. Bien, un servidor y todos los catalanes. Y las catalanas, naturalmente.

¿Por qué? Pues porque es cada día. A todas horas. Sea una entrevista, un mitin, un debate o un vídeo colgado en la red. Siempre de siempre acaba saliendo Catalunya. Por cierto, y en el 2.345% de los casos detrás de la palabra Catalunya va una mentira. Descarada. Desvergonzadamente descarada.

Bien, pues si resulta que Catalunya es el centro de la campaña de las elecciones andaluzas, con referencias permanentes, parecería lógico que los catalanes pudiéramos votar. Por alusiones. Y por ilusiones. Si un par de candidatos a presidir la Junta tienen tan poco a decir sobre su proyecto para Andalucía y se dedican a difamar y a mentir sin límite sobre Catalunya, donde por cierto hay centenares de miles de catalanes de origen andaluz, lo más lógico sería que tuviéramos voz. Y, sobre todo, voto.

Si hay candidatos que piensan que mentir, difamar e inventar declaraciones, hechos y situaciones relacionadas con Catalunya les da votos, nosotros los catalanes tenemos que poder ejercer nuestro derecho a votar en un lugar donde somos el gran argumento electoral y el centro del debate. Para manifestar si estamos de acuerdo con esta situación o no. Y para poder decidir si nos va la marcha y convertimos en presidentes a estos personajes o bien estamos hasta las orejas y los enviamos a cagar a la vía.

A cambio, en las próximas elecciones nacionales prometemos pasarnos toda la campaña hablando de Andalucía. Y, mintiendo y difamando de la misma manera que ahora lo hacen los candidatos del PP y, sobre todo, el de Ciudadanos, un tal Juan Marín. ¿Es lo más justo, no?

Y así en cada mitin, los candidatos (y candidatas) se inventarían declaraciones de Marín. Vaya, como hace él. Y después, en los debates, como no habría nada que decir sobre Catalunya, como Marín no tiene nada que decir sobre Andalucía, el gran tema serían las declaraciones de Marín que habrían sido inventadas.

Señor/a candidato/a, ¿qué piensa hacer en relación a las listas de espera?

―Marín ha dicho que nos falta un gen.

―¿Y cómo resolverán el problema de las infraestructuras?

―Marín ha dicho que somos inferiores.

―¿Piensa acabar con la terrible sequía que sufre Catalunya?

―Marín ha dicho que somos flojos.

Y así todo el debate. Bueno y toda la campaña. Bueno, y toda la poscampaña. Bueno, y hasta que hacer eso siga dando votos.