En este momento hay más enfado que liderazgo. Más rabia y arrebato que estrategia. Lógico. El Estado ha utilizado a un juez para hacer pasar como legal una ficción que justifique el objetivo final: decapitar el independentismo y escarmentar a quien defiende esta ideología.

Hace tiempo que se busca relacionar el "Procés" con la violencia. Y de momento todo es literatura. Sí, les ha servido para encarcelar a quien les ha dado la gana, como les ha dado la gana y acusados del que les ha dado la gana, pero lo que buscan es que haya violencia. Sería un error ofrecerles esta victoria. Algunos dicen: "Es que si encarcelan gente sin haber violencia con el argumento de que son violentos, pues lo comido por la servido...". Bien, però hay una cosa que es la razón política. ¿Si yo soy un espectador imparcial, un ciudadano de la Europa donde es inconcebible el "A por ellos" y que no sé de que va la cosa, al lado de quien estaré, de quien use la violencia o quien se cargue de razón política?

No somos un estado y delante tenemos un Estado que usa todas las armas para vencer. Y Europa es un club de estados como el español para los cuales somos una molestia. La causa catalana sólo puede provocar gestos y presiones de Europa hacia España con la presión de sus opiniones públicas.

Por lo tanto, lo primero que hay que pedir a todo el mundo es calma. La prisa y los sobresaltos no llevan a ningún sitio. Se ha acabado el "tenemos prisa". Basta ya de prisa. ¿Ahora mismo, prisa para hacer qué? ¿Para ir donde? ¿Sabemos qué queremos hacer y cómo? No. El President de la Generalitat está en Alemania detenido a la espera de acontecimientos de los cuales hablaré unas líneas más abajo, el vicepresidente en la prisión de Estremera y el resto del gobierno en el exilio o en prisión, como lo estan los dos líderes de las dos grandes organizaciones civiles del país. O sea, no hay líderes. Por lo tanto, la prisa al armario. Y la llave, al pantano.

Sí, twitter, Facebook, whatsapp o Telegram van muy rápido y queremos que todo pase ahora mismo. Y todo el mundo especula y, sentados en el sofá de casa, muchos dicen lo qué pasará y nos ofrecen lecciones de derecho internacional. Pero la justicia es otra cosa. Y la Alemana más. Y aquí es donde quería llegar.

¿Y si Puigdemont hubiera provocado la situación? ¿Especulamos? Va, que es gratis y relaja. El President tiene un asesoramiento legal muy potente en Bélgica y en otros países europeos. Gente experta que sabe de qué va la cosa. Alemania, al contrario que Bélgica, es la capital real de Europa y Merkel es su presidenta. Y ahora tiene un problema que debe resolver. Quizás peco de pardillo, pero pudiendo hacer varias combinaciones en avión desde Finlandia a Bélgica y sabiendo que el CNI lo sigue, me cuesta creer que Puigdemont se arriesgue a hacer un viaje en coche de tantos kilómetros para ser parado precisamente en Alemania.

¿Y si resulta que Puigdemont y sus asesores legales buscan provocar un problema político interno en Alemania? ¿Y de paso en Europa? ¿Y si buscan que, para evitar una crisis interna, Alemania niegue la extradición? ¿Se lo imagina? Si la justicia de la capital europea real diera la razón a Puigdemont, ¿en qué lugar quedaría la justicia española y sus argumentos para mantener a 9 personas en la prisión acusadas de delitos inexistentes?

Y si eso no fuera así, si no fuera una estrategia sino una pifia monumental de Puigdemont, oiga, mil millones de veces mejor estar en manos de la justicia de un país como Alemania que en manos de la justicia política española.

Por lo tanto, cómo dijo el poeta, mucha tila y wait and see...