¿Por qué reconocer que uno de tus diputados, el llamado Alberto Casero, se equivocó a la hora de emitir su voto el día 3 de febrero en el pleno que aprobó la reforma de la reforma laboral? ¿Por qué aceptar que este señor que tenía que votar "no" resulta que acabó votando "sí", sencillamente porque pulsó el botón que no era? O sea, había dos teclas. Una le decía "¡Alberto, aquiií! ¡La buena soy yooo!". Y la otra -de color rojo y emitiendo sonidos de alarma y sirenas- le gritaba "¡No Alberto, aquí NOOO. Yo NOOOO!". Y resulta que Casero depositó su dedito en la que no tocaba. ¿Por qué admitir que eso fue así, que sucedió eso y sólo eso y que detrás de la equivocación de este señor no haber ninguna conjura de Bill Gates, Soros, ETA, el 6 y 7 de septiembre y una escuadrilla de infiltrados proveniente de Raticulín? ¿Eing?

I, ¿por qué hoy, cuando los letrados del Congreso de los Diputados han hecho público un informe muy duro descalificando de una manera radical las acusaciones de fraude en la votación expresadas por el PP, en vez de hacer salir al señor Casado reconociendo el error y pidiendo perdón por todo lo que él y los suyos han llegado a decir contra la presidenta del Congreso -la tercera autoridad del Estado que tanto dicen respetar- han sacado a José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y portavoz del partido, a decir que "los letrados del Congreso de los Diputados no son infalibles"? ¿Qué quiere decir que los letrados no son infalibles?

¿Por qué conceder veracidad a la argumentación jurídica de unos letrados que afirman que "el voto válidamente emitido, sea presencial o telemático, es irrevocable salvo error técnico" (según sentencia del Tribunal Constitucional 361/2006 del 18 de diciembre) y por qué admitir que ha quedado acreditado mediante una investigación interna que no hubo ningún error en el sistema informático de la Cámara en el momento de la votación y que, por lo tanto, la queja no tiene ningún fundamento técnico ni legal? ¿Quién no es infalible, los letrados, la sentencia del Constitucional, la prueba forense de los informáticos?

¿Por qué el PP debería manifestar siempre y en cualquier circunstancia, les den la razón o no, un respeto ciegamente inapelable por todos los letrados de todos los parlamentos? ¿Por qué pedían un monumento en cada rotonda para los del Parlament de Catalunya porque desacreditaban las iniciativas políticas de la mayoría independentista o cuando durante los famosos plenos del 6 y 7 de septiembre se ñpusieron de lado ante la maniobra de Ciudadanos y PSC de pedir un informe al Consejo de Garantías Estatutarias, cosa que sólo puede hacer la Mesa del Parlament, y ahora no los piden para los del Congreso cuando no bendicen sus mentiras?

En resumen, ¿por qué el PP de Casado debería hacer todo esto y aceptar que un diputado se equivocó y punto y final, si le sale más a cuenta recurrir al Tribunal Constitucional denunciando un "atropello democrático" a ver si le suena la flauta cómo le ha sonado otras veces en que ha usado este órgano como tercera cámara legislativa? ¿Por qué el PP debería aceptar la realidad parlamentaria si su bloqueo a la renovación del Consejo General del Poder Judicial le ha permitido mantener la mayoría de 7 en 5 en el Tribunal Constitucional y con presencia de miembros con una trayectoria tan entretenida de ver como Concepción Espejel y Enrique Arnaldo?

Y es que, ¿por qué tendrías que aceptar votaciones democráticas realizadas en sede parlamentaria si puedes ganar las votaciones realizadas en un tribunal donde has elegido a 7 de los 12 miembros?