Una página web desconocida por el gran público opta por inventarse una noticia. Y ya puestos, decide hacerlo con eso tan de moda de inventarse la muerte de un famoso:

En poco rato, la noticia da la vuelta al mundo y a esta página le aumentan las visitas exponencialmente, que era de lo que se trataba. Perfecto, objetivo alcanzado, pero la pregunta es evidente: ¿Y? ¿Una vez has conseguido que te crean 390 mil personas (que es la cifra de visitas obtenida), cuando estas 390 mil personas se den cuenta de que tu noticia era mentira, alguien volverá a creerte nunca más? ¿De qué te vale conseguir 390 mil visitas de una noticia que al final has borrado (que es lo que han acabado haciendo)? 390 mil visitas hoy, perfecto. ¿Y mañana? ¿Y pasado mañana? ¿Quién te volverá a creer nunca más? ¿Quién entrará a tu página sabiendo que publicas mentiras? ¿O quizás el efecto postverdad hará que la gente siga creyéndotete porque la morbosidad y la curiosidad supera la racionalidad?

Pues quizás acaba pasando eso último porque la gente de Mediterraneo Digital, por ejemplo, hace tiempo que han optado por este modelo y les funciona. En twitter tienen 80 mil seguidores y cada día publican un montón de noticias, cosa que quiere decir que hay gente dedicada a hacer contenidos. Ayer mismo teníamos un ejemplo de postverdad, que es la manera fina y moderna de hablar de verdad tuneada, que vendría a ser lo que mi abuelo llamaba mentira. Mire el titular:

Y ahora lea el texto y a ver si encuentra el momento en que se explique el "linchamiento" del que habla el titular:

¿Qué, en ningún sitio verdad? Pero usted ya ha clicado, que nuevamente era de lo que se trataba. Y como usted, unos cuantos centenares. O quizás miles. Y mañana seguirán clicando porque es difícil resistirse al titular chillón y aunque sepas que te acabarán engañando. Sea el titular de los okupas, sea el enlace de un tuit sobre un inexistentes papeles desclasificados del 23F:

Pero como esta noticia podría ser verdad porque hace tiempo que se comenta y se rumorea y nadie lo ha desmentido nunca, pues adelante. Y al final, oiga, con tanta información como circula, la gente qué sabe si han desclasificado o no los papeles del 23F. Y, mire, si una cuenta de twitter con 80 mil seguidores dice eso, tampoco puede ser mucha mentira. Y si lo es, somos muchos los que nos la creemos, o sea que no tenemos que sufrir por hacer el ridículo.

A prisión por 80€ y Urdangarín en casa

Y si yo no tengo por qué saber si se han desclasificado o no papeles del 23F, ¿cómo tengo que saber lo que dice exactamente una sentencia? ¿Y si circula que una sentencia dice una cosa que no dice y la gente nos la creemos, por qué no podemos usarla para criticar otra decisión judicial que nos ha fastidiado mucho?

Esta semana hemos visto en twitter muchos tuits usando este argumento:

¿Pero, realmente alguien ha ido a la prisión por haber gastado 80€ con una tarjeta de crédito falsa? Miremos de qué va la cosa...

Esta noticia de la tarjeta de crédito falsa y los 80 euros es de junio del 2016 y ahora alguien la ha recuperado para criticar el Caso Urdangarín. Y, como el tema es perfecto para comparar la vida de la gente normal y la vida de la gente del "la justicia es igual para todo el mundo, pero para algunos es más igual que para los otros", ha corrido como la pólvora. Ahora bien, ¿y si la noticia no fuera cierta? ¿O no fuera del todo cierta?

Alejandro Fernández es el joven granadino de la famosa tarjeta. En junio del 2016 fue a prisión para cumplir la sentencia impuesta por un delito de estafa y su familia inició una campaña en Change.org para solicitar el indulto. Hubo tanto revuelo que firmaron 300 mil personas y el caso fue tratado en varios medios de comunicación. Ahora bien, ya entonces, El Confidencial publicó eso:

A la izquierda la sentencia. A la derecha el texto de El Confidencial explicando el caso. Efectivamente, el chico no fue condenado por los 80 euros, sino por alguna cosita más. Y la explicación continúa:

¿Estoy diciendo que este chico se merece ir en la prisión y Urdangarín no? No. ¿Estoy diciendo que este pobre chico es un terrible delincuente y que Urdangarín no lo es? Tampoco. Estoy explicando que no se sabe como ni por qué, de repente esta semana ha aparecido una noticia de hace 8 meses que ha parecido que fuera actual y que se ha manipulado para ser usada como argumento contrario a un hecho que ha indignado a una gran parte de la sociedad. Y que la noticia era tan buena para conseguir el objetivo buscado que, a pesar de ser mentira, la sociedad la hemos comprado. Era una mentira que ya nos iba bien como verdad y, por lo tanto, por qué rechazarla, ¿verdad?

Y mientras, Rato era la cortina de humo

Hay una frase-reflexión muy brillante de uno que dice: "oiga, que sea paranoico no quiere decir que no me persigan". Pues con la teoría de la conspiración pasa un poquito igual: que todo el mundo la vea dónde no la hay, no quiere decir que haya. Y lo mismo es aplicable a las cortinas de humo.

¿Qué pasa si el día en que el yerno de un rey emérito, cuñado del rey actual y marido de una hermana de este Rey escapa de ir a la prisión y, además, sin pagar ninguna fianza y, además, sin que le retiren el pasaporte, mientras espera de una sentencia definitiva a una condena... y aquel día sale la sentencia del caso de las "Targetes Black", otro tema que ha enfadado mucho a la gente? Pues miremos que sucede en los diarios de papel del día siguiente con la noticia del yerno-cuñado-marido y la noticia de las tarjetas que servían para ir por el mundo como un campeón:

Pues ya lo ve, pasó que la noticia que habría ido a toda página, acaba desplazada a un segundo término. Y en algunos casos acaba desplazada a la nueva galaxia esta de los 7 planetas:

Todo eso da argumentos al trumpismo

Total, que cada vez nos creemos menos los medios porque nos engañan o publican mentiras, pero los seguimos consumimos porque el fast food, sea alimenticio o informativo, es muy tentador. Hasta que llega alguien que nos dice, cómo dijo Donald Trump el jueves: "Hace unos días dije que las noticias falsas son el enemigo del pueblo. Y lo son. Son el enemigo del pueblo". Y, ¿quien inventa noticias para engañar al pueblo, según Trump? La CNN, el New York Times, Politico y Los Angeles Times. Y, ¿qué hace Trump con esta gente mala que inventa noticias? Les niega la entrada a una rueda de prensa. Es aquello que antes le llamaban censura.

O sea, Trump, el rey del troleo, el mago de la mentira hecha discurso, va y dice: "yo soy el defensor del pueblo y os protegeré de los mentirosos. Creedme a mí que soy la verdad". Bien, ciertamente eso es de primero de populismo, pero funciona. Ante unos medios que cada vez tienen menos prestigio porque cada vez están más pendientes de servir intereses de todo tipo que de informar, aparece el salvador de la buena gente que aprovecha la situación para eliminar cualquier posible voz discordante y con la excusa del "yo hablo directamente con vosotros" destruye la fiscalización.

Una vez Trump consiguió con un solo tuit cambiar la estrategia y las inversiones de las grandes empresas automovilísticas de los EE.UU., ¿por qué caray tiene que hacer leyes? ¿Por qué tiene que dar explicaciones? ¿Por qué tiene que soportar preguntas que pueden ser incomodas? Nada, mucho mejor decirle al pueblo lo que quiere escuchar, aunque no sea cierto. Como no lo es la muerte de Pau Donés, ni la paliza a los okupas, ni los papeles del 23F, ni el caso del chico de la tarjeta y los 80 euros.

Urdangarín rompe el silencio

Otra variante de la postverdad es la postnoticia sobre la postdeclaración. Este vídeo es un ejemplo memorable. Cuando tú dices que una persona "rompe el silencio", en este caso Iñaki Urdagarín, y lo que hace la persona en cuestión es decir "muchas gracias", realmente estamos ante un nuevo concepto sobre el "romper" y el "silencio"...

Una pieza memorable, sobre todo la corrección final: "ayer dijimos que iba en contra dirección, pero aquí las bicicletas no tienen direcciones prohibidas". Ante todo, el rigor...

Más realidad tuneada (aquello de la postverdad)

La línea editorial de Periodista Digital no es muy partidaria de los indepes ni de la manifestación a favor de la acogida de refugiados. ¿Manera de poder criticar las dos cosas en una sola noticia? Coger una foto de la mani del sábado y elaborar un simpático titular donde se haga creer que lo que afirman que se gritó, se gritó en esta manifestación:

Pero la bonita voltereta informativa consiste en que el vídeo donde paso lo que denuncia la noticia es de hace meses y de otra manifestación que no tenía nada que ver con la del fin de semana pasado. Ah, y lo mejor es no dar ninguna explicación de que, efectivamente, el vídeo no corresponde a la mani:

¿Al final, pues, de quién es la culpa?

Una lectora de un diario colombiano criticó que el medio hiciera una pieza sobre un tema que ella consideraba que no merecía ser noticia. La respuesta explica la realidad del momento y todo lo que ha leído hasta ahora:

Y de regalo...

Un tuit y una posterior aclaración del jefe de deportes de la cadena SER en Valencia...