Vivimos rodeados de pusilanimidad y cobardía. Y hacen falta voces valientes que denuncien esta situación. Por eso existe un fenómeno del cual ya hablé en otro artículo y que denominamos Macharnia. Consiste en que los machos muy machos hacen las cosas a partir del diámetro de sus gónadas y no de la cantidad y volumen de sus neuronas. Mmmm, me gusta el olor a "pormisgüebos" de buena mañana...

Hombre, es que estamos llegando a situaciones inadmisibles donde, ya no la gentuza adoctrinada aquí mismo sino gentes foráneas, se atreven a explicar qué pasa en España (¡VIVA!). Pero, ¿dónde estamos llegando! Pero, ¡qué está pasando! ¿Cuatro extranjeritos de tres países de mierda tienen que venir a explicarnos qué pasa realmente en España? ¿De verdad? ¿Y nadie piensa hacer nada?

Suerte tenemos que hombres muy hombres, de aquellos que se visten por los pies, tienen el valor de denunciarlo públicamente:

¡BRA-VO! ¡Ya era hora de que alguien acusara tres panfletos intoxicadores como el Washington Post, The Times y Le Monde! Tres bromas que se hacen llamar periódicos. Tres ejemplos de periodismo al servicio de la manipulación, no como la prensa española de papel, que abandera la lucha en favor de la independencia, la credibilidad, el rigor, la pluralidad, el compromiso ético, la reputación y loquedigasoraya.

Pero, a ver una cosa. ¿Quién narices se han creído que son el Washington Post, The Times y Le Monde? Como muy bien denuncia Arturo, estamos ante medios no profesionales que no contrastan su información con quien tiene su verdad por bandera (o sea, el Estado español) y que, por lo tanto, llegan a conclusiones erróneas.

No es que España tenga un déficit democrático cada vez más evidente y que los periódicos más importantes del mundo hayan decidido criticarlo y denunciarlo, sino que los periódicos que lo denuncian mienten. Supongo que por envidia y para querer hacer daño.

Y, cuando pasa eso, ¿qué es lo que no hace el Gobierno, según denuncia muy acertadamente Arturo, y que sí tendría que hacer? Pues no presiona estos medios para que den la versión oficial española y no la suya propia. Vaya, como hace con los medios de aquí.

- ¡Hola director!

- ¡Ilustrísima excelencia, cuánto honor poder hablar con usted!

- Bien, chavalito, bien. Llegarás lejos. Puede ser que hasta tengas una buena pensión. No, mira, te comento... Que ya he colocado el editorial en página. Y ahora os paso la portada de mañana. Por cierto, me han comentado que se os ha acabado la vaselina... Pero no hace falta reponer existencias. A partir de ahora será sin. Bueno, pues nada... ¡Besis!

Suerte que existe Arturo denunciando que hay que denunciar la denunciable campaña de desprestigio existente contra el Estado español. Una campaña dirigida y encabezada por... Bien, una intolerable campaña contra España, tras la cual hay gente que no sabemos quiénes son, pero que hay que desmontar in-me-di-a-ta-men-te.

¿O es que pensamos permitir que la verdad circule libremente por Europa y los EE.UU. y que la opinión pública mundial la conozca? ¿No, verdad? No fuera caso que se acabara enterando la opinión pública española...