Ayer el Manchester City ganó su partido de Champions contra el Nápoles por 2-1. Y el entrenador del equipo británico, Pep Guardiola, dedicó la victoria a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, los "jordis" que han sido encarcelados por los "piolines".

Hoy el ministro de Educación, Cultura y Deportes y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha excretado sobre este apoyo las siguientes palabras: "Evidentemente creo que la opinión de un deportista, en general de cualquiera, cuando habla de otras cosas que es aquello de lo que sabe o hace bien, es como la que tengo yo cuando hablo de física nuclear, que no sé ni una palabra (...) Las opiniones de Guardiola sobre política son sus opiniones, yo no las comparto, pero allá él".

Bien, analicemos qué ha dicho el señor ministro:

1/ Si Méndez Vigo hubiera manifestado que: "Las opiniones de Guardiola sobre política son sus opiniones, yo no las comparto", el señor ministro habría quedado como un señor educado que acepta la discrepancia y habría hecho su papel. Pero añadiendo este "allá él" final entra, o bien en el terreno del desprecio o en de la amenaza. O en ambas cosas. Feo.

2/ ¿Desde cuándo un deportista no tiene que poder opinar de lo que le apetezca? ¿Qué pasa, que sólo pueden opinar de política los deportistas que piensan lo mismo que el señor ministro? Lo digo porque cuando lo han hecho, el señor ministro nunca los ha criticado. En este caso, pues, ¿estamos hablando de un portavoz que es un censurador totalitario de pensamiento único?

3/ El ministro afirma que los deportistas sólo saben hablar de deportes. ¿En qué basa esta afirmación?

4/ El ministro presupone que Pep Guardiola no tiene ni idea de física nuclear. ¿Cómo lo sabe? ¿Ha hablado de esta cuestión con él alguna vez?

5/ El ministro niega a los deportistas la capacidad de hablar con conocimiento de causa de nada más que de deportes, porque "es de lo que saben o hacen bien". Por tanto, ¿qué hace el señor ministro, un abogado que ha ejercido como tal, hablando de temas que no tienen nada que ver con su especialidad como la educación, la cultura y el deporte, los tres ámbitos tan diversos de los que trata su ministerio? ¿O es que el señor ministro se cree más listo que todos los deportistas y, por lo tanto, el único con capacidad de poder hablar de más de una cosa? ¿Estamos hablando de un señor ministro prepotente? ¿El señor ministro se cree más listo y capacitado que cualquier deportista?

6/ Cuando el señor ministro fue eurodiputado formó parte de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. Según su propio criterio, ¿qué hace un abogado hablando de economía y de asuntos monetarios en un lugar tan importante como el Parlamento Europeo? ¿O sea, él es experto en leyes, en economía, en moneda, en educación, en cultura y en deporte, precisamente porque no es deportista, ya que, si lo fuera, estaría incapacitado?

7/ Mientras era eurodiputado, el señor ministro colaboró con la Fundación Europea de las Ciencias y la Cultura. ¿Si reconoce no tener ni idea de física nuclear tenemos que convenir que estas "ciencias" de la Fundación las incluyen todas menos precisamente esta y que, por lo tanto, es un experto en todas las otras?

8/ O sea, y para resumir, según el señor ministro, Pep Guardiola sólo puede hablar de deportes y él, en cambio, está dotado de una inteligencia tan suprema que aquello de lo que sabe o hace bien incluye ser letrado, educador, experto en cultura, experto en portavocía y científico, menos en el ámbito de de la física nuclear. ¿Sí, es eso? Pues allá él.