Es difícil no haber visto estos dos vídeos que han pasado todas las cadenas de TV y que en twitter ha colgado, entre otros usuarios, @Juanmi_News:

Cuánta elegancia. Qué refinamiento. Cuánta distinción acumulada en tan poco espacio. Cuánta educación. Cuánta sensibilidad. Cuánta humanidad. Vaya, ¡qué nivelazo! Y, sobre todo, qué canto a los valores de aquel servidor público que decide ser policía para ayudar a los otros. Ves eso y dices: confío plenamente en ellos. Con gente así, ¿por qué tendría que sufrir? Puedo dejar mi seguridad y la de mis hijos en manos de gente como esta, que velará por ellos mejor que yo.

Ves y oyes eso y te das cuenta de que sólo les mueve un sentimiento: la hermandad típica de quien ha decidido dedicar su vida a los otros. Con generosidad y altruismo. En resumen: ¡qué bonito!

El vídeo transmite valores tan positivos que habría que pasarlo en las escuelas. No, en las adoctrinadoras no, que no entenderían nada. En las otras. Y que los chiquillos queden empapados de su espíritu:

- Niño, tú que eres tan buen chico, ¿qué quieres ser de mayor?

- Pues yo quiero ser un policía nacional como ellos. Exactamente como ellos. Sin odio, sin afán de venganza, sin ninguna muestra de imbecilidad genética. Democracia en estado puro. Con todas las letras: JODEMAYORQUIEROSERCOMOELLOS

Pero, claro, encontrar un nivel como este no tiene que ser fácil. Una elección tan selecta no puede ser fruto de la casualidad. Detrás tiene que haber un gran proceso de selección pensado para conseguir encontrar sólo a los mejores. Un proceso que, vistos los resultados, demuestra el buen ojo existente en la obtención del talento necesario para que sean, precisamente, las mejores personas humanas quiénes nos protejan de la mala gente, de los malos. Es por este motivo que Microsoft, Google y la NASA ya están implantando como locos este mismo proceso que, en este caso, ha permitido escoger a quien ya se conoce en el mundo académico como "Los filósofos del osito". Sí, porque las universidades más prestigiosas del mundo se afanan por poder contratar estas muestras vivientes de coeficiente intelectual infinito. De momento, pero, tienen que conformarse contratándolos a precios astronómicos para hacer las pocas charlas que su apretada agenda les permite.

Y de la misma manera que hablo de estos ejemplares policías, hablo de estos otros, también ejemplares miembros del cuerpo y que en este caso, además, forman parte de uno de sus sindicatos. Son los estimables ciudadanos que han colgado en su cuenta oficial un cartel lleno de sensibilidad, humanidad... bien, y todo lo que acaba con "dad". Y que demuestra que en España cualquiera se cree que la justicia es él y que es él quien decide quién tiene que ser detenido y quien no.

 

Lamentablemente, esta obra de arte ya no puede ser consultada. La cuenta de twitter en cuestión debe tener algun pequeño problema porque el tuit ha desaparecido misteriosamente y sin ninguna otra explicación. Ya lo tiene eso del twitter, que las iniciativas más brillantes, a veces se borran. Solitas. En todo caso, la buena noticia es que si ellos solitos son capaces de hacer carteles tan bonitos como estos en público, que no pueden hacer en privado con una cartulina y un rotulador. ¡No quiero ni imaginarlo!

A partir de ahora, los ciudadanos españoles saben que si llaman a su policía existe la posibilidad de que reciban como respuesta que les expliquen el chiste del perro que se llamaba "mis tetas". Aunque quizás tienen mala suerte y quien los responda sea alguno de los millares de miembros del Cuerpo Nacional de Policía que son profesionales, que aman su profesión y que sí que son policías de verdad. Policías de verdad a quien se les debe caer la cara de vergüenza de compartir el mismo uniforme que estos personajes. Los simpáticos del vídeo y los Pepe Gotera y Otilio del cartelito.