- ¿Hola, quieres ser amiguito mío y sentarse conmigo para intentar solucionar la situación?
- ¡Siiií, claaaro! Pero primero tienes que condenar la violencia.
- Pero si ya la he condenado muchas veces.
- ¡Tienes que condenar la violencia!
- ¡Condeno todas las violencias!
- ¡Tienes que hacer una condena explicita de la violencia!
- ¿Más explicita?
- Hasta que no condenes la violencia de una manera rotunda es imposible el establecimiento de cualquier posibilidad de vía de contacto.
- Pero si ya te he dicho que condeno todas las violencias. ¿Quieres que te lo diga en chino? Pues te lo digo en chino:
我反对暴力
- ¿Eso quiere decir condeno la violencia en chino?
- Según el google translate, sí. ¿O es que te crees que yo sé chino?
- Haber bajado a la tienda de la esquina y haber preguntado al señor chino.
- Ahora no puedo bajar que estoy reunido.
- ¿Con quien? Pero si nadie se quiere reunir contigo.
- Pues con los que se quieren reunir conmigo, naturalmente. Y no estoy reunido con todos los otros y las otras que no se quieren reunir conmigo pero sí que se reúnen con otros que los convocan a escondidas de mí y que después, habiéndose reunido con otros y no conmigo, exigen que nos reunamos tú y yo.
- ¡Es que tú y yo no nos podemos reunir!
- ¿Por qué?
- ¡Hombre, pues porque no condenas la violencia!
- ¡Pero si te la he condenado incluso en chino!
- ¿Qué has querido decir con eso? ¿Usas el idioma chino porque me estás comparando con el gobierno chino?
- ¿Pero he condenado o no he condenado la violencia?
- ¿Vaaa, acepto pulpo como animal de compañía, pero ya has reconocido el trabajo del Cuerpo Nacional de Policía?
- ¿Perdón?
- ¿Ya te has solidarizado con los agentes heridos?
- ¿Y tu ministro ya ha condenado los abusos policiales y la detención de periodistas debidamente acreditados?
- Hablando del ministro, ¿ya has visto que es el puto amo de la situación, verdad? ¿Ahora sí que ya os ha quedado claro quién manda de verdad, verdad? ¿Ya habéis captado que no hace falta un 155 para controlar una pequeña diputación con policía, verdad?
- Espera, que te llamo por teléfono...
Tuuuuuuuut, tuuuuuuuut, tuuuuuuuut, tuuuuuuuut, tuuuuuuuut, tuuuuuuuut, tuuuuuuuut...
- ¿Cómo es que no te pones?
- Porque estoy muy ocupado reuniéndome con mucha gente para solucionar la violencia que hay en las calles de Barcelona.
- Oye, y para solucionar la situación en las calles de Barcelona y de Catalunya, ¿no deberías reunirte conmigo? Tú y todos los otros que se reúnen entre ellos pero sin mí.
- Nadie se reúne contigo porque no condenas la violencia. Y cuando dices que lo haces, lo haces en chino y no te entendemos. Y quizás no estás condenando nada sino que estás preguntando si queremos bolsa. Por cierto, ¿para poder guardar tu condena a la violencia, cuando por fin la hagas, quieres bolsa?

- Espera, que te vuelvo a llamar a ver si ahora te pones...

Y así estamos...