"Despacito" ya tiene sustituta como canción que escucharemos incluso bajo el agua de un mar lleno de pirañas. Y hambrientas. Las pirañas. La nueva melodía se titula "Minoritarios y violentos". La ha compuesto el Estado y la canta, con gran fervor patriótico, el Coro del Ejército Político-Mediático.

La canción es de desamor hacia esta raza extraña que vive en el nordeste del paraíso y que son un grupo de .... (coloque en la línea de puntos cualquier adjetivo injurioso que le guste. Y no hace falta que sea sólo uno). La letra consiste en intentar convencer al público de que en las calles de Catalunya hay un estado de violencia insostenible provocado por cuatro gatos. ¿Ponemos ejemplos?

Sobre el tema violencia, dos ilustres periodistas que hablan con un gran conocimiento de la realidad catalana porque la viven a diario desde los despachos del Madrit (concepto) más influyente. Los más viejos de la aldea dicen que la última vez que estos dos se tropezaron con la realidad catalana fue semanas antes de la invención de la rueda. Y la conocieron de vista. A la realidad. Con todos ustedes, dos de los solistas de la canción de moda, en su modalidad "la gente se mata por las calles": Por orden de aparición, Juan Luis Cebrián (Panamá Jack) y Jesús Cacho:

En este segundo caso, la trampa dialéctico-argumental es comparable a alguien que coge una barra de hierro que está al lado de tu coche, te revienta los cristales y después te dice: "haremos lo posible para evitar que haya barras de hierro cerca de los coches y que haya cristales". Sí, muy bien, pero quien ha roto los cristales con la barra de hierro ha sido usted, señor. Y yo no he abierto boca.

Pero la canción también tiene la vertiente "son una minoría que hace mucho ruido". Aquí la letra repite sin cesar que cada vez hay menos indepes. Es la portada del ABC del día siguiente: 800 mil manifestantes menos que el 2014:

Pues bien, mirémonos las cifras de la Delegación del Gobierno del año 2014 a ver qué:

¡Vata por Díos! ¡520 mil manifestantes! Por lo tanto, si según el ABC este lunes hubo 800 mil manifestantes menos que el año 2014, quiere decir que estamos hablando de 280 mil manifestantes negativos. Soy de letras, pero aquí llego: si a la cifra de referencia le sacas 800 mil, da eso. O sea, la gente que usted vio, allí mismo en la mani o por la TV, no sólo no existían sino que había que restarlos del cero. Hasta menos 280.000.

Pero tampoco hay que despreciar el final de la canción. Hoy El País insiste en el concepto "cuatro gatos" diciendo que la mani fueron medio millón de cualquieras:

Pues bien, miremos qué publicaba el ABC el año pasado:

Vaya, el mismo ABC que dice que se han perdido 800 mil manifestantes el año pasado daba una cifra oficial que este año, según El País, ha aumentado en 130 mil. Pues sí, la cosa va a menos. Mucho.

La canción sonará mucho, sí, pero la letra y la música son una broma. Una broma, pero, que viene acompañada de amenazas, una justicia teledirigida y una democracia que cada vez hace peor cara. Y lo peor es que no es un resfriado.