Lo ha dicho Margarita Robles, ministra de Defensa española: "El gasto militar es gasto social porque genera puestos de trabajo". Y ha añadido que "las inversiones en fabricación de armas permiten generar 7 mil puestos de trabajo en zonas tan necesitadas como los astilleros de Navantia en Ferrol".

Y tiene mucha razón. En una fábrica de armas, efectivamente, trabaja gente. Y la gente que trabaja cobra por hacer ese trabajo. Y el dinero que cobran les permite vivir. Y comer. Y comprar cosas que necesitan. Y pagarse el entierro, cuando sea la hora. Y vivir, comer, poder comprar cosas y pagarse el entierro es una cosa muy social. Sobre todo para quien vive, come, compra y difunta.

Por lo tanto, como en una zona con unas cifras de paro altísimas, cualquier puesto de trabajo es bienvenido, ¿estiramos el argumento provocadoramente? ¿El cultivo de marihuana o de la hoja de coca también sería un trabajo social porque genera puestos de trabajo, no? ¿Ah, que las drogas son ilegales? ¡Vaya! Pero si la materia prima para fabricarlas genera puestos de trabajo en zonas necesitadas, ¿qué es más importante, que la gente tenga un trabajo, o sea la parte social de la cosa, o la ley? Porque quizás si la gente no tiene un trabajo para ganarse la vida, entonces no tendrá más remedio que incumplir la ley para poder vivir, comer y todo el resto. ¿Y puestos a incumplir la ley, mejor que sea trabajando, no? Dignifica mucho.

¿Y la prostitución? El gasto en prostitución es gasto social porque genera puestos de trabajo. El de la prostituta, el del proxeneta, el de quien les alquila el local, el de quien lava las sábanas, etc. La prostitución genera muchos puestos de trabajo. ¿Ah, que la chica está explotada contra su voluntad, está amenazada, posiblemente está secuestrada y en la mayoría de los casos sufre abusos sexuales, físicos y psicológicos? Bien, ¿pero de lo que se trataba no era de generar puestos de trabajo? ¿Ah perdón, que la prostitución no sólo es delito sino que, sobre todo, es humanamente repugnante e intolerable? Estoy completamente de acuerdo, pero desconocía que también teníamos que hablar de las consecuencias. Pues va, hagámoslo.

Las armas fabricadas en Navantia son vendidas para ser usadas. Y cuando se usan en algún punto del planeta, provocan muertos. Porque esta es su función. Como las drogas se elaboran para ser consumidas. Y las prostitutas existen para el consumo de los clientes. Y matar gente imagino que también debe ser muy social porque acaba con el paro de la zona en cuestión, ya que cuantos más muertos haya más posibilitados de trabajar tienen los vivos. ¡Más social imposible!

Pero el top de la cosa social debe ser que quien fabrica estas armas por culpa de las cuales mueren otras personas con la misma ilusión y esperanza de poder vivir, comer, comprar cosas y, sobre todo, poder pagarse el entierro posterior a la muerte causada por estas armas que generan tantos puestos de trabajo, piense que para que él pueda vivir, comer, comprar y pagarse el entierro, tienen que morir otras personas.

Claro, porque este es el tema. Para que 7 mil personas puedan tener trabajo en Ferrol tienen que morir 7 mil personas, o las que sean, en otra parte del mundo. Y cuantas más mueran, más trabajo tendrán las 7 mil personas de Ferrol fabricando más armas, habrá aún más gasto militar y, por lo tanto, más gasto social.

El problema será cuando ya no quede nadie a quien matar y los 7 mil de Ferrol se queden sin trabajo... Entonces, ¡adiós gasto social!