En la wikipedia pone que "soy un político español". ¡¡¡HA, HA, HA!!! Desconocía la finura del humor de la wikipedia. A ver, lo que yo soy es licenciado en Empresariales, pero doctorado cum laude y con el premio especial "pilla y corre", una variante de la economía que no he inventado, pero de la cual soy un gran experto.

Mucha gente me conoce como "Luís el cabrón" o "Luís sé fuerte", pero a mí me gusta mucho que me llamen el Millet de la Meseta. De hecho es un honor porque admiro mucho a don Fèlix. He intentado seguir su trayectoria y, aunque he tenido momentos sen-sa-ci-o-na-les, me costará mucho superarlo.

Recuerdo con mucha estima cuando en septiembre del 2011 el juez Pedreira del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) archivó la causa del caso Gürtel contra mí por falta de pruebas. Buen chico. Lamentablemente, la jugada no nos salió bien y seis meses después la Audiencia Nacional reabrió el caso porque el TSJM no tenía competencias para archivar nada. Básicamente porque había decidido inhibirse de la causa. Casi...

Tampoco estuvo mal aquella misteriosa filtración que llegó a El Mundo con pruebas sobre el pago de sobresueldos en dinero negro a toda la cúpula del PP. ¿Terrible, no cree? ¿Usted quién cree que debió filtrar aquello, una cosa que sólo podía saber quién lo pagaba? ¿Quizás un tesorero? ¡¡¡Vaya por Dios, pero si yo fui tesorero del PP!!! ¡¡¡LavirgendelCarmen!!!

 

 

Poco tiempo después se filtraron, también misteriosamente, en este caso en El País, cuentas mías no auditadas con todos los pagos en negro y en sobres a gente como Cospedal, Rato, Mayor Oreja, Arenas, Acebes y... un tal Rajoy. ¿Le suena el nombre?

Fue cuando me echaron del partido, con la correspondiente indemnización por los años trabajados y que explicó magistralmente Dolores de Cospedal...

 

 

Pero también hice un gran Millet cuando, después de 19 meses en la prisión, conseguí reunir en un pim-pam y en efectivo los 200 mil euros de la fianza... OJO, ¡¡¡y con las cuentas bloqueadas!!! ¡¡¡CAM-PE-ÓN!!!

Fue un Millet cuando fui voluntariamente a hacer una prueba caligráfica para intentar demostrar que la letra de los papeles publicados por la prensa no era la mía y el fiscal pidió repetirla porque "forcé la letra".

Fue un Millet cuando denuncié al PP por despido improcedente y solicité que me readmitieran y... ¡¡¡me indemnizaran con 900 mil euros!!!

Millet cuando conseguí que dos jueces amigos se encargaran de mi caso. Lástima que la Audiencia Nacional les apartó, cosa que demuestra que aquí en Madrit (concepto) la justicia no funciona como en Catalunya, donde las cosas se hacen como se deben hacer y, sobre todo, como se pactan entre según quién y en según qué despachos, ¿verdad?

Millet cuando he pedido varios desbloqueos de mis cuentas embargadas (algunas peticiones han sido de 10 mil euros mensuales) para poder sobrevivir aunque fuera comiendo arenques cada día... mientras después me iba a pasar unas fantásticas vacaciones a Baqueira en un apartamento que, por cierto, tengo embargado pero al que al juez me deja ir porque es buena persona. Ah, por cierto, se calcula que en estas cuentas suizas tengo alrededor de 20 millones de euros, ahorrados con mucho esfuerzo (¿quién no ha ahorrado 20 millones de euros?).

Mire, si quiere subir, estos días precisamente estoy en Baqueira, donde he hecho una otro gran Millet...

 

 

¿Qué, una vez más CAM-PE-ÓN total, no?

Pero conmigo también han hecho algún Millet, no se crea. El más sonado fue cuando el PP cogió los discos duros de los ordenadores que yo utilizaba en el partido y en los cuales, como es lógico, guardaba toda la documentación de mis actividades y, antes de hacerles más rayas que las que se hacen en el WC de algunos programas de TV, el PP los formateó 35 veces. Sí, sí, lo ha leído bien... ¡¡¡TREINTA Y CINCO VECES!!! Nada, por si acaso. Eso sí, creo que no se mearon ni nada.

Algún día de estos saldrá mi juicio. Tengo jugada una cena con don Fèlix (en una marisquería, naturalmente) a ver cuál de los dos sale primero. Y tenemos apostado un fin de semana en un hotel con final feliz permanente a ver a quién sale con menos pena. ¿Se apunta? (a apostar, no a la fiesta).