Carlos Lesmes es presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, donde también preside la llamada sala del 61.

Hoy, la sala presidida por el señor Lesmes ha rechazado las recusaciones planteadas por los presos políticos catalanes (¡huy, perdón...! Los políticos presos, que ya sabían lo que les sucedería) contra cinco magistrados de este tribunal. El argumento es que "solo buscan empañar la honorabilidad de la justicia española". Y tiene toda la razón. ¡O más! La sala y el señor Lesmes.

La honorabilidad de la justicia española es total y absoluta. En España y en el planeta. En general. Solo hay que ir a preguntar, por ejemplo, a la justicia alemana. A la federal y a la regional. Allí quedaron muy impresionados por tanta honorabilidad. Y todavía no se han recuperado. Explican que, por todas las estancias judiciales alemanas, la gente va cogida a modo de conga organizada a las 5 de la mañana en el Oktoberfest. Y cantan la conocida canción que lleva por bonito título "La justicia española es muy y muy honorable". Pero en alemán.

¿Y en Bélgica? ¿Qué me dice de la honorabilidad de la justicia española en Bélgica? Cuestión que se dirige allí, cuestión que se acepta sin parpadear. Es que cuando reciben el correo, ya ni lo abren y, ¡pam!, directamente dicen que sí. Es un no parar de aceptarlo todo.

Y lo mismo pasa en muchos otros países como Suiza o Escocia. Bueno, y la fama se ha ido extendiendo sin parar, ha traspasado la justicia y ha llegado a oídos de políticos como Justin Trudeau, primer ministro canadiense. Lea, lea qué dijo ayer en una rueda de prensa conjunta con Pedro Sánchez:

Pues sí, Trudeau confía en que España pueda avanzar en derechos humanos y en Estado de derecho. Una formula retórica que, aplicada a nuestra vida cotidiana, es como si tú le dices a un compañero (o compañera) de trabajo que huele: "Confío en que puedas avanzar en relación al uso diario de agua, jabón, desodorante y cambio de la ropa utilizada el día anterior". O sea, que vienes de tan abajo que tienes esperanzas de mejora. Y eso es muy positivo. 

Y esta confianza mundial es lógica. Y normal. Hay nueve personas en prisión preventiva y siete en el exilio acusadas de haber llevado a cabo un violento golpe de Estado que subvirtió totalmente la ley que prohíbe convocar referéndums ilegales. Una ley tan arraigada en el ordenamiento jurídico español que el líder de la oposición presentará como iniciativa hacer una ley que diga que es delito convocar referéndums ilegales. ¡Apasionante!

Pero, a ver una cosa... ¿Cómo puede dudar alguien de la honorabilidad de la justicia española? ¿Eing? ¡¡¡Pero si hay un montón de ejemplos que demuestran que la palabra honorabilidad se queda corta!!!

Por lo tanto, por favor, señores políticos que están encarcelados porque ustedes ya sabían lo que les pasaría, no molesten más yendo a buscar el amparo de justicias extrañas, confiesen sus terribles crímenes al señor Lesmes y a sus compañeros y hagan el favor de rendirse de una santa vez. ¡Hooombre ya!