Ya lo dice el octavo de los diez mandamientos, en versión Moisés: "No dirás falsos testimonios ni mentirás". Es el mandamiento que en versión Tribunal Supremo añade una pequeña frase al final: "No dirás falsos testimonios ni mentirás, dependiendo de quién seas".

Y es que la sesión de bolsillo de hoy del juicio, con la tarde libre, nos ha ofrecido la posibilidad de ver en directo qué entiende la justicia suprema (de Supremo) por falso testimonio y qué criterio aplica.

(Por cierto, pequeño inciso: hace un par de días que hemos pasado de un cronograma digno de aquel "tenemos prisa" indepe de no hace mucho a una agenda tan relajada que parece la de Solari y Lopetegui tras haber cobrado sus jugosos finiquitos o contratos en LI-QUI-DA-SI-Ó).

Toral, que el juez Marchena y el fiscal Jaime Moreno han aprovechado que hoy pasaba por allí el señor Jaume Mestre, responsable de Difusión de la Generalitat, para amenazarlo con enviarlo a galeras a remar con las orejas. Mire que durante este mes que hace que tenemos juicio ha pasado gente a decir cosas. Y mire que de esta gente que ha pasado los ha habido con muy mala memoria, con memoria selectiva, con memoria que les ha hecho recordarlo todo al revés y gente que, directamente, se ha inventado una memoria. Y, oiga, no ha pasado nada. Hasta hoy.

Hoy Jaume Mestre, que pasaba por allí, ha hecho enfadar mucho a los mismos ciudadanos judicatúricos que no abrieron boca cuando, por ejemplo, le flaqueó la memoria del ex ministro Zoido. Si usted va tan flojo como él (de memoria), le adjunto un recordatorio elaborado por el usuario Miquel Strubell Fill, que no tiene nada que ver con el famoso Xabi Strubell que apareció cuando la declaración de Jordi Cuixart:

Oiga, y quien dice Zoido, dice otros ilustres amnésicos (Y amnésicas) que todos tenemos en la cabeza...

Esta columna, como no podía ser de otra manera, está muy a favor de la memoria y en contra de estas ausencias tan repentinas como persistentes de los recuerdos más o menos inmediatos. Ahora bien, todavía está más de acuerdo y, de hecho le da un apoyo total y absoluto, a que eso afecte a todo el mundo. No puede ser que unos testigos se levanten de la silla de declarar habiendo hecho un Harpo Marx y no pase nada y a otros los quieran llevar directamente al juzgado de guardia.

Porque, como dijo aquel: "La justicia es igual para todo el mundo". Y sería una pena que se confirmara aquella otra versión que dice: "La justicia es más igual para los unos que para los otros". Sobre todo porque últimamente la justícia hace muy mala cara por culpa de un resfriado mal curado que amenaza con pulmonía.