Xi Jinping está de visita oficial a Madrit (concepto). El señor Xi es el presidente de China, un país tan capitalista como poderoso, como poco amante de lo que vendría a ser la libertad. Y resulta que en China no les gustan nada las bromitas que se hacen en todo el planeta sobre las semejanzas físicas y, sobre todo, posturales entre el señor Xi y el personaje infantil llamado Winnie the Pooh.

Winnie

Por cierto, no hace falta que le diga que el señor Xi es el de la izquierda y el señor Pooh es el de la derecha.

Todo empezó el año 2013 cuando el señor Xi visitó al señor Obama, en los EE.UU. Se hizo viral una foto de los dos paseando. Y, enseguida, los compararon con Winnie y su amigo Tigger:

Winnie 2

Posteriormente también hubo cachondeo durante un encuentro con Shinzo Abe, primer ministro japonés. En este caso Winnie-Xi estaría acompañado del asno Ígor, otro de los personajes que aparece en sus historias.

Winnie 3

Esta coincidencia, que en un país normal sería entrañable y convertiría al líder en más próximo y en un auténtico ídolo para los niños, en China es un problema de estado tan grave que no se piensa permitir. En ninguno de los casos y en ninguna circunstancia. Por este motivo, por ejemplo, la película de Winnie the Pooh estrenada el pasado verano en todo el planeta, en China no se ha visto. Ni la verán. Oficialmente no pasa nada, pero la película allí no existe. Ni existirá. Y punto.

Seguramente ha ayudado (mucho) que cuando el régimen cambió la Constitución china para eliminar el límite máximo de dos mandatos consecutivos, cosa que permite el señor Xi perpetuarse en el poder, los disidentes usaron al señor Pooh y la imaginación. Y protestaron con una imagen del muñeco abrazado a un tarro de miel donde estaba escrita la frase: "Encuentra lo que deseas y nunca lo dejes ir". Quien quería entenderlo, ya lo entendía y las autoridades oficiales no podían censurarlo porque no estaban haciendo ni diciendo nada malo ni criticable.

Y si no se permite la película, tampoco se permite que un Winnie de más o menos carne y huesos esté en la Puerta del Sol de Madrid (ciudad). Una de las tradiciones en la famosa y céntrica plaza es la existencia de un ejército de personajes de ficción que trabajan haciéndose fotografías remuneradas con pequeños y mayores. Y Winnie es una de ellas. No lo comente mucho, pero realmente no son los personajes de verdad. Son señores y señoras que se disfrazan de Bob Esponja, Mickey Mouse, Minnie, Doraemon y Hello Kitty. Por cierto, con una competencia feroz entre algunos de ellos...

Pues bien, como el señor Xi hoy corría por la zona, la brigada anti Winnie the Pooh ha actuado. Y ha ido a ver al señor que trabaja con este disfraz y lo ha invitado a desaparecer durante un rato. Justamente el rato que la comitiva pasaba por allí.

Se desconoce si para convencerlo del todo, la delegación china le ha pagado el importe que tenía previsto ingresar en aquel espacio de tiempo o directamente le han hecho un Tiananmen, un Dalai Lama, un Liu Xiaobo o un Ai Weiwei.

Por lo visto, el señor del disfraz continúa vivo. Un detalle muy bonito por parte de esta potencia tan poderosa y a la cual tantas reverencias le hacemos para tenerla contenta. Bonito y entrañable. Como Winnie the Pooh.