¿Qué, el titular del artículo es de aquellos que dan ganas de entrar para leerlo, verdad? Clickbait total. En una misma frase están los elementos necesarios para provocar la suficiente curiosidad como para mirar a ver de qué va. ¿Por qué? Porque la desnudez y el sexo nos llaman la atención. Y, por lo tanto, el sexo y la desnudez venden. Pero no cualquier desnudo. Es el efecto Gran Hermano. Cualquier concursante de Gran Hermano que el día antes de empezar el programa fuera a vender unas fotos de él o ella en pelotas no sacaría ni 5 euros. ¿Por qué? Porque no es nadie. A partir del momento en que el concursante se hace famoso, su desnudo tiene precio. Y cuanto más famoso, mayor precio. Eso explica por qué todavía hoy existan reportajes como este:

Son actores y actrices populares. Algunos de los cuales quizás los veremos la noche de los Goya agradeciendo el premio a padres, tías, vecinos y a San Cucufato. Por lo tanto, sus desnudos tienen precio en el mercado. Les ofrecieron hacerlo y unos optaron por una imagen tipo "calendario de madres de la escuela desnudas recaudando dinero para poner agua caliente en las duchas del pabellón donde sus hijos juegan a balonmano". O sea, una desnudez que no es desnudez...

En cambio, otros optaron por una desnudez más evidente:

Seguro que este reportaje tendrá centenares de visitas más que uno de los mismos actores y actrices mostrando jerséis de lana de cuello de cisne. Y eso era lo que se buscaba. ¿Con eso estoy diciendo que me molesta o que estoy en contra de que la gente se haga fotos desnuda? Evidentemente que no. Todo el mundo puede (y tiene que poder) hacerse las fotos que le apetezcan y cómo le apetezcan (mientras se respete el Código Penal). ¿El tema es "por qué?" que sería la actualización de la famosa frase que decían muchas actrices de finales de los años 70, en plena época del "destape": "Yo solo me desnudo si lo exige el guion". Sí, claro señorita, y el guion puede decir que toda la película transcurre en una playa, pero puede ser una playa textil o nudista. O sea, quien hace el guion crea la exigencia. Y la respuesta a "¿por qué?" es que si la película se rueda en la nudista es porque vende más cuando no hay otra cosa para vender.

Pero hay un segundo aspecto fundamental: ¿qué vendemos? Cuerpos "agradables" teniendo en cuenta los cánones estéticos actuales. Y eso es lo que impulsó a la actriz Itziar Castro, dotada de unas alegres curvas, a publicar este tuit:

Quien hizo el reportaje no consideró oportuno fotografiar a ninguna de las Itziars que también están nominadas a los Goya. E Itziar decidió señalar la cuestión con ironía. Y la publicación supo rectificar. A su manera. Y la manera fue ofrecerle a Itziar hacer también de modelo:

Veremos si ella acepta o no. Pero, en todo caso, si finalmente Itziar Castro aparece desnuda en esta revista no será porque a alguien se le haya ocurrido proponérselo de una forma natural, sino porque ella se ha quejado. Y para salir al paso, la revista le ha dicho: "Ah, pues tú también, claro, bonita". Pero sin el reportaje de los otros y su queja, Harper's Bazaar nunca habría invitado a Itziar Castro a hacerse unas fotos desnuda. Es la compensación. Y esta es la realidad. Independientemente de si el reportaje de los nominados a los Goya desnudos realmente tiene interés o no.