Subo la persiana. Y hoy hace un día pse-pse. Ahora sol, ahora unas nubes más negras que el futuro de la unidad de la izquierda en Badalona y, de repente, caen cuatro gotas. Cuatro gotas, literalmente, por la cosa meteo. En la izquierda badalonesa es un chubasco. Pero, permítame otra metáfora que me estoy haciendo encima. Porque hace días observo que está volviendo el pollo a l'ast, que en Badalona es simplemente el retorno del pollo político habitual. Pero empecemos por los que dan vueltas y se comen, que han dejado de ser aquellos pichones secos, requemados y saturados de pimienta para que tuvieran sabor a alguna cosa. No, nada de eso. Hablo de pollos asados con gusto a pollo y bien asados. Una delicatessen que hace domingo, junto con las patatas de churreria, la ensaladilla rusa y los berberechos. De momento se han puesto muy en serio al tema, que yo sepa, gente como los del Celler de Matadepera y Nandu Jubany. O sea que poca broma (Si alguién más también ja optado por esta via, me lo hace saber y los añadimos a la lista). Y ahora vamos al otro pollo, al badalonés, que también da vueltas sin descanso, pero desde mediados de los años 80 del siglo pasado y que hoy ha vivido un capítulo más de pichón seco y requemado. Una situación que, más o menos, intentava explicar ayer.

Xavier Garcia Albiol vuelve a ser alcalde. Y lo es el día que ha ido al pleno más convencido que nunca que no lo sería. Pero, además, de verdad. Se ha notado cuando al inicio Ramon Riera Macià, concejal del PP y presidente de la mesa de edad, ha preguntado quién se presentaba como candidato a alcaldable. Han levantado la mano él, Dolors Sabater y... Ruben Guijarro, el nuevo líder socialista de la ciudad. En aquel momento en Albiol ha hecho cara de "¿Pero, qué me estás container?" y se le han humedecido los ojos por primera vez hoy. Porque ha entendido que, presentando candidato, el PSC se votaba a sí mismo, nadie podía sumar más concejales que él y era el nuevo alcalde.

Llegados aquí, si ahora usted me pregunta por qué los 4 concejales (y concejalas) de Guanyem (Dolors Sabater) no han estampado su firma en el acuerdo firmado por el resto de grupos no-Albiol para no permitir ser alcalde al candidato del PP, pues le tengo que decir que no tengo respuesta. Evidentemente eso de que la asamblea tenía que reunirse para decidir si dos años o uno y medio y no-se-qué, es la excusa. La razón política y de estrategia que hay detrás, y que es la verdadera razón, todavía no la entiendo. Lo que si le puedo decir es que instantes después de que Albiol haya sido elegido alcalde, la líder de los Comunes, Aïda Llauradó, ha pedido la dimisión de Sabater y Àlex Montornès, líder de Esquerra en Badalona, le ha dicho que su partido le retiraba la confianza. Amigos para siempre.

Pero no se vaya porque esta caja de bombones de Forrest Gump que es Badalona (donde nunca sabes que pasará) ha visto como mientras Albiol todavía le estaba dando el primer beso a la vara de alcalde (que, por cierto, había pasado por alguna que otra mano sin guantes ni de nada), a pocos metros ya se hablaba de una moción de censura. ¡¡¡Es el pollo que no para nunca de dar vueltas!!!

Pero bien, tambien de coronavirus sigue viviendo nuestra actualidad, lamentablemente. Y ahora que algunos compatriotas ya están en fase 1, llega el momento "ayayay". Me lo explicaba un amigo casteller de Valls (no diré de cuál de los dos colles porque también tengo amigos en la otra y no quiero provocar una crisis diplomática). Esta mañana, en un céntrico bar de la ciudad "ni distancia de seguridad ni hostias. Todo el mundo comiendo y hablando a tocar, como si no hubiera sucedido nada. Y por las calles, la gente deteniéndose a hablar sin mantener la distancia y muchos sin mascarilla. Realmente estoy convencido de que la suerte y las altas temperaturas nos ayudan, aunque mira el Brasil".

Pues sí, nos estamos desconfinando por encima de nuestras posibilidades y parece que ya no recordamos que seguimos con un virus pendiente de nuestras debilidades para hacernos papilla. Pero, ¿sabe eso que dicen algunos, que costará mucho volver a la normalidad porque bla, bla, bla? Pues hace dos meses morían mil personas al día, ahora son unas 200 y esta mañana la gente se zampaba unos callos con una alegría digna de elogio.

Sí, sí, es evidente que tendremos que aprender a convivir con el virus, pero de momento le estamos perdiendo el miedo. Y repito la idea expresada algún otro día, me temo que nos está pasando como cuando conducimos. Los accidentes siempre los tienen los otros y a mí no me pasará nada porque yo controlo. Y al final acabas como la izquierda en Badalona, estampado contra tu propia realidad.