"Antes se romperá la unidad de Cataluña que la de España". Es la famosa frase-amenaza de José María Aznar que, adaptada a la "nueva" filtración realizada hoy por las cloacas del Estado, podría ser una cosa parecida a la pregunta que se hace mucha gente: "¿Qué se romperá antes, la monarquía como institución o la parte más profunda del Estado?".

Porque este es el pulso. Las cloacas del Estado vuelven a presionar al Estado usando como ariete a la "princesa" Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Ya sabe, aquella señora que fue calificada como "la amiga entrañable" del rey Juan Carlos. Vaya, aquello que en casa, de toda la vida, hemos dicho "la querida".

El famoso comisario Villarejo, ahora en prisión, ha vuelto con fuerza disparando a la monarquía española y usando como arma a Corinna. ¿Cómo? Pues filtrando a dos medios "amigos", El Español y OKDiario (con ellos empezó todo), unas grabaciones donde se la oye explicar que el rey Juan Carlos la usó como testaferro. En la conversación, aparte de ella y de Villarejo, está presente Juan Villalonga, aquel amigo de Aznar (estamos allí mismo) a quien el Presidente situó en la presidencia de la Telefónica de cuando la privatización y la guerra a muerte por los derechos del fútbol.

En esta historia tiene más interés el continente que el contenido. La maniobra que las revelaciones. Porque, que el Rey tenía cuentas en Suiza ya lo sabíamos. Y que era un comisionista, también. Y que tenía testaferros, pues tres cuartos de lo mismo. Y le diré más, con el Caso Nóos vimos con nuestros propios ojos que Urdangarin simplemente había querido imitar lo que veía hacer cuando iba a casa del suegro a comer los domingos.

Y no sólo sabíamos todo eso, sino también aquello otro de los negocios con los señores Arabia Saudí. Y también lo sabíamos todo de esta querida. Y de todas las otras. Y cuando lo vimos diciendo aquello de...

... entendimos que el Estado quería demostrarnos quién mandaba de verdad y que nos quedara claro que el Rey era sólo un empleado suyo. Por eso lo obligaron a humillarse de esta manera ante sus súbditos. Después lo hicieron abdicar. Para salvar el sistema. Con el número I salía del terreno de juego Juan Carlos y en su lugar entraba con el número VI, Felipe.

Por lo tanto, lo que dice Corinna en estas grabaciones no tiene mucho interés, por conocido. Aquí la cuestión es la filtración. La jugada. Villarejo está avisando: "Si me seguís tocando las narices, sacaré todo lo que tengo y alguien se hará daño. Y este alguien no seré yo".

La cuestión ahora es saber qué munición tiene Villarejo ¿Son las famosas cintas del Rey emérito con Bárbara Rey? Va, supongamos que sea eso. ¿Y? Quiero decir, ¿alguien piensa que a estas alturas, la monarquía (y de rebote el Estado) puede temblar por un vídeo del rey acostándose con una señora que tiene más pasado que futuro? Si en su momento una grabación de este tipo no acabó ni con Pedro J., ¿por qué tendría que hacerlo ahora? ¿O Villarejo tiene alguna cosa más en la despensa? ¿De qué munición dispone? ¿Tiene 100 gramos de petardos y nos está haciendo creer que tiene la bomba atómica o realmente tiene la bomba atómica?

¿Está amenazando Villarejo por encima de sus posibilidades? ¿Quién tiene más fuerza, quién es una torre-alfil-caballo en el tablero o el Estado, que son todas las otras piezas, y el propio tablero?

Continuaremos atentos a nuestras pantallas. Y, sobre todo, a las suyas.