Sí, sí, es muy grave que un jueves cualquiera aparezca una sentencia del Tribunal Supremo, referida al cobro inadecuado que han hecho los bancos en uno de los trámites relacionado con las hipotecas, y que la primera pregunta que nos hagamos todos los humanos bípedos que no somos ningún banco sea: "¿Y ahora, esto que tendrán que devolver y que ya no podrán cobrar, cómo nos lo cobrarán a partir de ahora?".

Sí, sí, y es muy grave que 24 horas después de que todos los humanos bípedos nos hayamos hecho esta pregunta, la respuesta sea que el Tribunal Supremo se enmiende a sí mismo, con lo cual nos han dado la respuesta en un tiempo récord. Y la respuesta que hemos recibido es: no sea que al final no nos lo tengan que cobrar por ninguna parte porque es que ni lo pagarán.

Sí, sí, es muy grave que el Tribunal Supremo tome una decisión un jueves y que el mismo Tribunal Supremo aparezca el día siguiente diciendo que se mirará mejor esta decisión porque es que en un principio se había fijado un poquito mal y resulta que quizás la cosa no era exactamente aquella porque la vida es muy dura y lo que hoy es blanco, mañana es rojo.

Sí, si, es muy grave que un tribunal Supremo cambie radicalmente de opinión en sólo 24 horas y que se enmiende a sí mismo. Es muy grave y muy extraño. Y no lo digo yo, lo dice un señor que entiende mucho del tema. Se llama Jordi Nieva-Fenoll y es catedrático de Derecho procesal:

Nieva

Sí, sí, es muy grave para la propia independencia interna del Tribunal Supremo que cambie de opinión tan rápidamente sobre una decisión tomada por él mismo. Oiga, si el Supremo piensa que una cosa es A, es inaudito que 24 horas después el Supremo diga que se lo mirará a ver si acaba pensando que es B. ¿Qué nos está diciendo el Supremo, que el Supremo toma decisiones a la ligera? ¿El Supremo nos está diciendo que las decisiones que toma el Supremo son precipitadas? ¿El Supremo nos está diciendo que sus sentencias son incorrectas?

Sí, sí, es muy grave que el Tribunal Supremo se presente un recurso contra sí mismo, de oficio y de manera no oficial, sin que haya hecho falta que el VOX de turno haya entrado un solo papel en el Supremo.

Sí, sí, es muy grave que el Tribunal Supremo se enmiende a sí mismo en sólo 24 horas con un argumento tan rocambolesco como el del enorme "impacto económico y social" de su primera decisión. A ver, impacto económico, efectivamente, para los bancos. Claro. Porque nos han cobrado unos 4 mil millones de euros que el Supremo considera que no nos tendrían que haber cobrado y que el Supremo considera que quizás sí. 4 mil millones de euros son un impacto, sí. Y en relación al impacto social, este ya tendrían que explicármelo porque ahora mismo no sé a qué se refieren. A no ser que hablen del sufrimiento de los pobres señores banqueros.

Todo eso y algunas cosas más son muy graves, efectivamente. Pero considero que lo más grave de esta historia es que al Tribunal Supremo español no le importe que todos (y todas) tengamos la impresión de que aquí ha sucedido alguna cosa extraña. Lo más grave es que al Supremo le lama un pie (y parte del otro) que pensemos que ha recibido presiones y por eso ha cambiado de opinión.

Lo más grave de todo es que al Supremo no lo importe ofrecer la imagen pública de haber recibido presiones y de haberlas aceptado. Lo más grave es que no les importe el descrédito social que este caso les puede comportar. Se sienten tan impunes y tan por encima de la plebe, que les importa un comino la imagen que la gente tenga de la institución.

Lo más grave de todo es que el Tribunal Supremo español sabe que actuar de esta manera no tendrá ninguna consecuencia.