Cuatro muertes a causa de un incendio en una antigua oficina bancaria ahora abandonada y situada en pleno centro de BCN nos ha recordado que existen pobres. Y dos de los muertos eran niños. Terrible. Cada vez que se prende fuego en una vivienda ocupada, y por lo tanto precaria, nos acordamos de que hay miles de personas que viven en la pobreza. Y también criaturas. Dicen que en la ciudad de BCN hay 735 personas que viven en las mismas condiciones que esta familia que hoy ha muerto. Saber que, oficialmente, son 735 y no 720 ni 750 quiere decir que alguien las ha contado. Una por una. Y si las ha contado, quiere decir que alguien sabe quiénes son y dónde están. Pero una vez las ha contado y sabe quiénes son, continúan allí.

Sería iluso pensar que la solución mágica para acabar con el problema de la inmigración, de la pobreza y de las ocupaciones está en manos del ayuntamiento de BCN o de la Generalitat. Y le diré más, hay problemas que no tienen una solución total y absoluta porque hay tantas casuísticas como personas. Ahora bien, y aquí voy a la primera parte de la actuación política que ha tenido durante el día Ada Colau. Esta mañana la alcaldesa de BCN ha ido al lugar de los hechos y ha dicho cosas que no tocaban. Hoy, a aquella hora y allí, no. Si alguien quiere saber qué era lo correcto, que se escuche qué ha dicho el Conseller Joan Ignasi Elena, que ha hablado justo después de ella. Cuando hace unos minutos que han muerto cuatro personas no es presentable salir diciendo que la culpa es de las administraciones. ¿Y usted, qué es? ¿Usted no es administración? ¿Usted pasaba por allí? ¿Oiga, usted es la alcaldesa de la ciudad, alguna responsabilidad tendrá, no?

Pero vuelvo a los cuatro muertos. Ya ha salido quien, sin ni saber dónde está el Paseo de Sant Joan de BCN, ha dicho que si quizás los padres traficaban con drogas, que si les salía más a cuenta vivir gratis de okupas y comer de Cáritas que trabajar... Vaya, sí que sabe cosas la gente sin levantar el culo de su sofá, ¿verdad? Mire, ni es buenismo, ni es justificar nada, pero va, hagamos un ejercicio de gran imaginación y supongamos que sí, que los padres de los dos niños muertos hoy traficaban con drogas y vivían de la comida de Cáritas. ¿Usted qué haría si no tuviera papeles, cosa que no le permite ni abrir una cuenta corriente, ni contratar una compañía de suministros, ni alquilar un piso ni, naturalmente, tener un trabajo legal? ¿Buscarse la vida, verdad? Pues es probable que esta familia hiciera eso. En general.

Y ahora voy a la gloriosa tarde de Colau. El Ayuntamiento de BCN ha convocado una rueda de prensa donde ha comparecido la señora Laura Pérez, Cuarta Teniente de Alcaldía y responsable del Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI. ¿Sí, de verdad que era ella quien tenía que comparecer sola para dar explicaciones? Oiga, que han habido CUATRO muertos, dos de los cuales niños muy pequeños. Oiga, que esto es una tragedia. Naturalmente que la señora Pérez tiene que salir a explicar qué ha hecho y que dejado de hacer su departamento, pero allí tiene que estar la autoridad política dando la cara. ¿La alcaldesa ha aparecido por la mañana? Sí, perfecto. En medio de la calle. Pero estamos hablando de una rueda de prensa que se ha producido en el edificio oficial de la ciudad donde ha habido cuatro muertos. Si la alcaldesa no aparece esta tarde, ¿cuándo aparecerá? Y ahora no se vale mañana, a toda porisa, hacerse entrevistar por algún medio. El día era esta tarde. Por respecto a sus votantes y a los ciudadanos.

Y, sí, las comparaciones son odiosas -muchoy- pero le recuerdo que cuando el incendio en la nave abandonada de Badalona -donde también murieron cuatro personas-, Xavier Garcia Albiol -en aquel momento alcalde de la ciudad- compareció las veces que hizo falta y dio las entrevistas que se le solicitaron. La misma noche, el día siguiente, por la tarde y al mediodía.

Acabo con un tuit sin ninguna connotación política y llena de humanidad: "Hoy es un día triste para la Escuela Santa Anna. La tragedia de la plaza Tetuan se nos ha llevado a un niño de P3. Desde la discreción y alejados del alboroto mediático, os lo queremos hacer saber y queremos agradecer las muestras de solidaridad". Pues sí, hoy es un día insoportablemente triste desde el punto de vista humano.