Como los comandos terroristas del Cedeerrismo no tienen medida, ahora ponen querellas contra pobre gente indefensa. ¡Dónde iremos a parar, señores (y señoras)!

Sí, el comando de Isis en el Parlament, como muy bien ha dicho Rafael Catalá, que trabaja de ministro de Justicia, ha desafiado el Estado querellándose por prevaricación contra Pablo Llarena. Y esta es una amenaza y un intento de coaccionar a un juez que lo único que ha hecho ha sido cumplir con su obligación y su deber: acabar con la violencia y el terrorismo que están destruyendo Catalunya. Después de la huida de centenares de millones de empresas, ahora son miles de billones de personas las que huyen del horror catalán.

¿Dónde se ha visto que una institución regional se atreva a dudar de quién, junto con el Papa de Roma, tiene el don de la infalibilidad? ¿Cómo puede ser que una institución regional que representa a todos los catalanes, y no sólo algunos, se querelle contra alguien que representa la interpretación de la justicia según la visión de las personas decentes. Y cuando digo "las personas decentes", naturalmente saco de esta lista los centenares de juristas, catedráticos y expertos que ponen en duda el método Llarena de interpretación de la ley y que son una gentuza adoctrinada por la teletrés, la escuela y los cromos.

Como muy bien ha excretado Catalá, que pobre hombre ya tiene bastante castigo en la vida paseando este apellido y pudiendo llamarse, no sé... ¿Imperio? ¿Nonacionalista? ¿Falangito? Pormisgüebos?... Pues, lo que le decía, cómo muy bien ha manifestado el ministro: "Presentar querellas contra los jueces, se acerca mucho a las amenazas e intentos de coacciones. Cuando alguien está en desacuerdo con una decisión judicial la impugna conforme los procedimientos judiciales". ¡Cuánta razón, Dios mío!

La misma razón que tiene la vicepresiprensa cuando califica la querella "de intimidación", de "inaceptable coacción que pretende desacreditar a jueces y magistrados" y de "práctica especialmente execrable que atenta contra el principio de la independencia judicial, que está en la base de la democracia". ¡Oooolé!

Y es que es absolutamente in-to-le-ra-ble que desde el poder político se presenten querellas contra jueces. Sobre todo por prevaricación. Y hace bien el Gobierno del PP en denunciar esta vergüenza que sólo perpetran minorías sectarias y antisistema que quieren hacer daño.

Dicho esto, le paso una noticia extraída de la hemeroteca que afianza totalmente la credibilidad del ministro, del Gobierno, de su presidente, del partido del Gobierno y de todo el sistema en general, como no podía ser de otra manera.

Bellísimas personas todos...