La Comisión Federal de Comercio de EE.UU. ha concluido que la homeopatía (conocida por según quien como la homeopatilla) "no está basada en métodos científicos modernos". Y por este motivo, a partir de ahora este tipo de productos tendrán que informar a los consumidores que no hay evidencias científicas de que funcionen.

Vaya, que estos placebos tendrán que decir explícitamente que no sirven para nada. Desde el punto de vista médico, claro. Otra cosa es la fe. ¿Sabe aquello de que la fe mueve montañas? Si usted cree en ello, seguirá pensando que eso que algunos denominan medicina alternativa y que no lo es porque, para empezar, no es medicina, es el mejor remedio para sus males. Y nadie se lo podrá quitar de la cabeza.

A mí me parece bien que se avise a la gente de que la homeopatía no es ciencia. Pero veo un problema. ¿Por qué esta superchería sí y las otras no? Aquellos programas de "videntes" de las televisiones tendrían que empezar diciendo: "Oigan, todo eso que verán ahora es una estafa y la cadena que lo emite es corresponsable del engaño". ¿O alguien con un mínimo de juicio puede creer que un ciudadano que tira unas cartas puede ver cuál será tu futuro?

El problema, sin embargo, es que los videntes espabilados -o sea, todos (y todas)- podrían defenderse diciendo que estos carteles también tendrían que ponerlos en la puerta de las iglesias. Las de todas las confesiones. ¿O eso no es también una cuestión de fe? Los humanos primitivos tenían miedo y decidieron encomendarse a fuerzas ocultas y misteriosas para explicar lo que no tenía explicación. Y así nacieron los dioses. Y así llegó que hace unos 2 mil años y en un mismo lugar y a pocos metros de distancia, nacieron las tres grandes religiones de nuestra era. Y las tres son abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islamismo.

¿Por qué cualquiera de estas religiones es la verdadera y no lo es el pastafarismo, pongo por caso?

El creador del pastafarismo, el físico Bobby Henderson, tuvo una revelación. Fue como respuesta a la decisión del estado de Kansas de enseñar en las escuelas la teoría creacionista y no la evolucionista. Decidió que la vida fue creada realmente por el Monstruoso Espagueti Volador. Por eso la representación de los pastafaris es un plato de espaguetis con dos albóndigas. Y a partir de aquí elaboró una doctrina que tiene tanta credibilidad como cualquiera de las otras religiones, como la de los videntes y como la homeopatía. Todo depende de la fe.

Todo el mundo es muy libre de creer en lo que quiera si eso le hace ser más feliz. Todo el mundo es libre de autoengañarse con lo que crea más conveniente si eso lo reconforta. Aparte de que si una persona piensa que la homeopatía cuida, que si matar infieles es la puerta a ir al paraíso con no-se-cuántas vírgenes, que la madre de Díos se aparece encima de los árboles o que un tipo que no concuerda singulares con plurales puede hablar con tu madre muerta, por mucho que le digas que todo eso es mentira, no dejará de creerlo. E incluso puede ser que, sintiendo agredido lo que usa para explicarlo todo y que le reconforta, se afiance en su fe.

Ahora que está tan de moda la postverdad, quizás será momento de inventarse la postfe. Aunque sea para crear una nueva religión y poder seguirla ciegamente.