Seis minutos. Esta ha sido la interminable e inhumana duración del pleno del Parlament que ha escogido a los 8 senadores que representan a la Generalitat en la Cámara Alta (también conocida como la habitación de los trastos). 360 segundos durante los cuales hemos tenido tiempo para que la presidenta Forcadell haya explicado a sus señorías cómo se vota ("se lo recuerdo porque hace tanto de tiempo que no lo hacemos", ha explicado), para informar de que era una votación secreta, votar y levantarse de la silla. Y ya está. Ha sido tan breve que quizás haría falta que alguien empezara a hacer caso de aquellos anuncios que publican en la portada del ABC:

ABC

O sea, el único pleno de esta legislatura habrá sido para escoger a unos representantes que irán a una institución donde, yendo bien, harán también un sólo pleno (sí, porque en "Madriz" –concepto– nos han copiado la fórmula del despropósito y están tan empantanados como nosotros). Formidable.

Ah, y espérese, porque a la salsa todavía le falta el ingrediente que la acaba de rematar: en el hemiciclo estaban presentes todos los nuevos senadores menos... ¡¡¡José Montilla!!! Seguramente debía tener un compromiso mucho más importante que venir a hacer acto de presencia en su elección como representante de la institución que presidió. Una cantidad de trabajo, sí.

Total, que el resultado final ha sido de 122 votos a favor y 9 abstenciones, las de la CUP y una de misteriosa. Sí, porque si se han abstenido los 8 diputados cupaires presentes (faltaban Antonio Baños y Benet Salellas), o bien alguien se ha equivocado, o bien hay un disidente (o una disidente). Por cierto, que este grupo ve tan claro cuál es el futuro de esta legislatura que ni se ha molestado en ocupar el escaño dejado por Baños.

Y una vez acabado el pleno maratoniano (récord mundial de duración), reunión de Junts pel Sí para hacer ver que todavía es posible un acuerdo de última hora. Dicen que ha habido muchas intervenciones y algunas han sido "intensas". Nos alegramos mucho, pero desde el domingo sabemos que todos los encuentros, propuestas y contrapropuestas son postureo para no cargar con el muerto de ser el responsable de que en marzo vuelva a haber elecciones.

Y, a continuación, gran expectación para saber hora y lugar de otra reunión para hacer ver. Esta de las entidades con Junts pel Sí y la CUP. Y mientras, la banda sonora que nos acompaña desde hace tres meses es "La del manojo de rosas”, cambiando la paraula "taller" por "Parlament" o por el concepto "en general". Entretenido. Mucho.