El señor Antonio llegó a Cornellà a finales de los años sesenta y hoy reside en el barrio de Sant Ildefons. Nunca ha tenido gran compromiso político y tampoco se puede decir que haya sido un votante regular en unas elecciones autonómicas. En ocasiones ha dado su confianza al PSUC y tiene un hijo independentista. El periodista Jordi Évole nos habla del señor Antonio en su artículo semanal en El Periódico y de lo disputado que está en esta ocasión el voto de los señores Antonio, a los que sitúa, a una semana del 27-S, en aquella endiablada franja a la que los expertos demoscópicos se aproximan con respeto: voto oculto, voto invisible, voto dormido o la mayoría silenciosa, dice el periodista. El señor Antonio se divierte, al parecer, pensando en su importancia ante las elecciones y le dice a Évole: “Ya verás como nos despertamos”.

Muy distinto lo ve la señora Conxita, que ayer estaba en la Festa de la Rosa, que cada mes de septiembre celebra  el PSC en la pineda de Gavà. Tiene 94 años, es la afiliada más antigua del PSC de Molins de Rei, socialista de toda la vida, felipista hasta la médula y defensora a ultranza del legado de Zapatero,el mejor presidente del PSOE para ella. Allí, en la multitudinaria barbacoa socialista, donde se come a base de butifarras y paella, la ha localizado Javier Oms, periodista de El Mundo, sentada en la segunda fila, esperando que llegue Pedro Sánchez. Ha ido hasta Gavà, explica, en autobús después de dudar si debía hacerlo como en años anteriores. Al final, qué caramba, se ha decidido. Por si alguien se ha fijado, durante la anómala programación de TV3 que decretó la Junta Electoral Central, estaba escuchando en su silla de tijera justo detrás del secretario general del PSOE. El día 27, por primera vez, dejará de votar socialista y entregará su sufragio a la candidatura de Junts pel Sí. ¿El motivo? Está muy ofendida por los ataques que recibe Catalunya desde todas partes. “Esta vez me dejaré llevar por los sentimientos”, relata a Oms. Con 94 años, enjuta, quizás la militante más antigua del Baix Llobregat, el cinturón rojo de Barcelona, votará a favor de la independencia. Será también un homenaje a su marido republicano.

Antonio y Conxita, dos miradas, una Catalunya.