1- El famoso caso del café con leche 

Seguro que conoce el caso. El músico Quimi Portet estaba en un barco que hace la ruta Formentera-Eivissa. Le apeteció un café con leche. Lo pidió en catalán, el camarero se rebotó y se comportó como un maleducado, Portet lo denunció en Twitter y se organizó un pollo de granja. 

La prensa "nacional" reaccionó enseguida y centró el tema en una cuestión lingüística, que lo era naturalmente, pero olvidando la parte de mala educación y nula profesionalidad de quien estaba atendiendo a un cliente. Pero también lo derivó hacia un tema de privacidad, acusando a Portet de criminalizar al camarero por colgar su foto en la red.

 

 

Y por eso, en un principio, la foto la colgaron pixelada... 

 

 

Pero el argumento de la privacidad se fue enseguida a tomar viento cuando, con la misma velocidad, los mismos medios colgaron la foto tal cual y... ¡¡¡AÑADIENDO SU NOMBRE Y APELLIDO!!! O sea, criticas ferozmente una actitud, la repites y la multiplicas... 

 

 

Y ahora usted me dirá: "Oh, es que dicen el nombre del camarero porque lo entrevistan y, por lo tanto, eso implica tener la autorización del señor para usar su imagen". Perfecto, pero entonces soy yo quien le pregunto a usted: ¿qué pasa cuando quien denuncia usar sin permiso una imagen, usa como argumento una imagen sin permiso? 

Por ejemplo: 

 

 

Y ya no es sólo hacer lo mismo que denuncias, sino añadir valoraciones y suposiciones laborales. 

2- Predicar y aplicárselo

Pero es que al día siguiente, los mismos medios que criticaban que Quimi Portet hubiera publicado la foto del camarero, que ellos reprodujeron, y de haber publicado su nombre y su vida, hicieron exactamente lo mismo con Pedro Sánchez

Una persona que lo vio en una playa le hizo una foto, la colgó en Twitter y acabó en las portadas de los medios que reclamaban el derecho a la imagen del camarero. Ah, y la foto iba sin firmar...

 

 

Pedro Sánchez es una persona pública, sí, pero tiene el mismo derecho a la privacidad que usted y que yo. Y que el camarero. Por ética y por ley. Lo dice el artículo 2.2 de la Ley Orgánica del derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen: "Para tomar imágenes de una persona es necesario su consentimiento expreso". Y no fué el caso.

3- OJO, AHORA VIENE UNA FOTO MUY DESAGRADABLE (Y DENUNCIABLE)

Y lo pongo con mayúsculas para que quede bien claro. Y hago una pequeña pausa en el tema del camarero y el café con leche para hacer una cosa muy fea que es hablar de uno mismo. O, mejor dicho, de una cosa que hice. 

El lunes estaba curioseando la página de Periodista Digital y vi una foto que me escandalizó, mediáticamente hablando. Es la foto que, VUELVO A AVISAR, está colgada justo aquí debajo:

 

 

Ante casos como estos, la pregunta siempre es la misma: ¿hace falta? Yo creo que no. A no ser que busques el sensacionalismo más vulgar.

Yo la colgué en mi cuenta particular de Twitter diciendo, precisamente eso, si hacía falta. Unos cuantos usuarios me lo reprocharon porque estaba haciendo lo mismo que Periodista Digital y otros me dijeron que tendría que haber avisado del contenido. 

Vamos al segundo punto. Si tú en un tuit te preguntas "¿es necesario colgar esta imagen"?, creo que queda lo bastante claro que no es la de una comunión. Soy partidario de avisar de la dureza de algunas imágenes en según qué contexto y he tenido unas cuantas discusiones sobre esta cuestión cuando he tenido ciertas responsabilidades. Pero creí que en este caso no hacía falta porque Twitter no es un programa de TV que se emite a las 9 de la noche. Twitter es otra cosa y mi cuenta no es de pasteles decorados con ositos. ¿Tendría que haber avisado más? Quizás sí. ¿Me equivoqué no avisando más? Quizás también. ¿Lo volvería a hacer exactamente igual? Sí. ¿Por qué? Pues porque la vida es dura y la sobreprotección, en según qué contextos, todavía es más absurda. Eso sí, entiendo, asumo y agradezco la crítica. 

Sobre el primer punto, considero que para criticar una cosa se tiene que enseñar la cosa tal como es. Si no, la denuncia queda convertida en una fiesta infantil con payasos que apestan a sudor y lanzan confeti usado.

4- Pero, volvámos al camarero...

Salvador Sostres, el hombre que escribe lo que le sale de las narices. El más políticamente incorrecto. Quién dice lo que muchos piensan y no se atreven a expresar. Hay días que lo besarías con fuerza y días que lo asfixiarías, dependiendo de sí va por el mismo camino de lo que tú piensas o por el camino contrario. 

Salvador Sostres, el hombre que ha crecido en una tienda de la zona alta y conoce como nadie a la burguesía real y a la postiza, la del querer aparentar, y que sabe como hacerlos felices o como sacarlos de quicio. Y que se lo pasa bien jugando este papel.

Dejó de escribir en medios catalanes por incómodo, por incontrolable, porque le encanta incomodar y provocar, porque siempre quiere ir un paso más allá, porque le encanta jugar a comprobar dónde está el límite. Porque le apasiona el catalanet de pastel de crema y misa del domingo se escandalice. Y cuando aquí se le acabó el terreno de juego, Pedro J Ramírez fue listo y lo fichó como coartada para poder argumentar aquello del "¿veis como hay catalanes sensatos que piensan como nosotros y que se rebelan contra el sectarismo indepe?". Pero Salvador es incontrolable aquí, allí y en la China Popular. Y acabó haciendo de Sostres en El Mundo y en Telemadrid y aquel chico que caía tan bien en el Madrit (concepto) que mojaba pan con las miserias de los catalanets a quien retrataba tan bien, dejó de hacer gracia a unos cuantos. Y ahora han aprovechado para ajustarle las cuentas. 

La culpa, este artículo leído en la COPE y publicado en ABC;

 

 

Pero el nacionalismo español excluyente no admite que a quién ellos utilizan como bufón (cosa que no quiere decir que lo sean), se les gire en contra. Y cuando eso pasa van a por él:

 

 

Le han sacado estos momentos y otros:

 

 

Al final esta historia confirma que Salvador Sostres conoce lo bastante bien a los catalanes como para saber por dónde tocarles las narices y demuestra que también conoce lo bastante bien esta España profunda que se pensó que podría adiestrarlo como para hacer lo mismo.

Y, hablado de España profunda... Un tuit de Gabriel Rufián y la respuesta recibida. No hacen falta comentarios...

 

 

5- La Operación Catalunya

La guerra interna que vive la policía española nos ha servido para certificar una sospecha: el Estado español dedica mucho dinero y muchos recursos a la guerra sucia contra el independentismo y contra los independentistas. Le llaman Operación Catalunya y en ella trabajan cuerpos de seguridad y periodistas. Ah, y cuando hemos oído las pruebas, no sólo no ha pasado nada sino que ha continuado con total impunidad.

Esta semana nos levantamos un día con una nueva gran operación mundial contra la corrupción en varios ayuntamientos convergentes. Una vez más, la bonita táctica de mezclar casos que hacen cara de ser ciertos con aquello tan bonito de "si la corrupción pasa por gente de CDC, vamos a por Puigdemont". Y eso aliñado con la filtración de las operaciones en la prensa antes de que las operaciones estén en marcha para que haya unas bonitas imágenes que en los informativos hispanos siempre son simpáticas de ver.

Y así fue como en la puerta del Ajuntament de Tortosa o en el de Girona se congregaron unos cuantos periodistas, algún alcalde y algún concejal, esperando que la policía llegara. Lo más sensacional es que la filtración incluía el tema del que se trataba, con lo cual los ayuntamientos implicados, en caso de tener papeles comprometedores, tuvieron tiempo de organizar una barbacoa y comerse los documentos a la brasa. Ah, por cierto, estos papeles tan comprometedores y delictivos, en el caso de Girona, estaban colgados en la web municipal. 

Pero el caso era dar aire a la Operación Catalunya. Y no porque lo diga yo, sino porque tenemos ojos y sabemos leer: 

 

 

En casa ya hacemos apuestas a ver cuál será la próxima campaña de los Hombres de Marcelo...

6- Maquillando la realidad

A veces la realidad es muy mala persona y se preocupa por no ser como nos gustaría. Cuando eso pasa, el periodismo ofrece varias posibilidades de solución. Hoy presento un par de muy eficaces. 

Para los casos más de estar por casa funciona muy bien interpretar la realidad a tu gusto...

 

 

... y para los casos más complicados, lo que tiene mucha salida es crear tu propia realidad. Por ejemplo con Venezuela. Durante la precampaña y la campaña electoral de las últimas elecciones tuvimos Venezuela para desayunar, comer, merendar, y cenar. Cada día. ¿Por qué? Había que desactivar a Podemos y competían la Operación Catalunya con la Operación Venezuela. Y, vaya por Dios qué casualidad, llegan las elecciones y Venezuela desaparece de nuestras vidas. 

Lo más triste es que eso demuestra que la independencia de los medios de comunicación está a la altura de la judicial y de muchas otras independencias que sufrimos...

 

 

7- Vueling y la estrategia de la incomunicación

Vueling tenía un problema. Y muy grave. Después de mucho tiempo de ofrecer un servicio deficiente, el servicio deficiente fue noticia. De portada. Por todas partes. Hacía falta que alguien saliera a calmar la cosa. Tardaron cuatro días de crisis total, pero decidieron que el presidente de la compañía apareciera en varios medios a dar explicaciones. 

Uno de los lugares elegidos fue el TN Nit de TV3. En casa lo vimos y sufrimos mucho. Pero mucho. Y le diré más, sufrimos como hacía tiempo que no sufríamos...

 

 

Es evidente que un presidente de compañía aérea tiene que saber de compañías aéreas y no tiene que saber, necesariamente, ni explicarse ni comunicar. Pero ya que sale, 1/ tiene que dar confianza y ofrecer respuestas creíbles o 2/ si él no sabe, tiene que fichar a alguien que sepa. 

Patrycia Centeno, que se ha especializado en analizar la comunicación no verbal, analizó el vídeo a su blog. Tan interesante como demoledor...

8- El clickbait de la semana

Verano, playas, poca ropa... o ninguna. El tema playas nudistas va muuuy bien para generar visitas. Ya vimos la semana pasada que tú pones en un titular "Las mejores playas nudistas" y la gente clica. Después resulta que se trata de 10 fotos hechas desde 5 kilómetros más allá, de noche y un día de niebla, pero el clic, que era lo que interesaba, ya ha sido hecho. 

Esta semana tenemos un nuevo ejemplo con una unión imbatible consistente en mezclar nudismo y sucesos:

 

 

Y entonces te miras el vídeo, claro. La tentación te puede. Y te das cuenta de que la foto no es real porque la imagen no tiene ninguna relación con el vídeo. Y te das cuenta de que las dos afirmaciones del titular no son ciertas porque no hay ningún ahogado ni aquello es ninguna playa nudista y que el vídeo es tan actual que podría ser de aquella serie de programas de cámara oculta que hacían en las televisiones de los años 80... de los 80 antes de Cristo.

 

 
 

9- Un caso inquietante

La semana en que ha sido noticia la fotografía de un camarero, no podía desperdiciar la oportunidad de compartir con usted un tema muy interesante relacionado con el uso de imágenes de personas en las redes.
Mírese el titular y observe la cara de esta persona:
 
 
Y ahora, vamos a aclarar el misterio. Pero mejor que no lo explique yo sino que vayamos a la fuente. Una vez leído, reconozcamos que hay cosas que ponen los pelos de punta. Sobre todo si te pasan a ti ¿Se lo imagina?
 

10- ¿Copia o casualidad?

Uno foto icónica del San Fermín. Una imagen potente de la serie Juego de tronos. La de la izquierda fue antes. ¿Puede ser que la segunda se haya inspirado en su fuerza o es una casualidad? En todo caso, buen ojo de quien ha encontrado la semejanza y las ha comparado...
 

Y la propina...

Y de propina esta semana un titular lamentable y con un tono que, por desgracia, no sólo no es inusual ver sino que va además en según qué cuentas de Twitter de medios que pasaban por ser serios y que buscan a un público de consumo fast food de la información. Ah, por cierto, Nasri es un jugador de fútbol...

 

 

Cuando se reponga del impacto, intente tener una buena semana...