¡Examen sorpresa! Dígame tres candidatos (o candidatas) a la presidencia de la Xunta. Y ahora, lo mismo pero de Euskadi. No, no, el objetivo no es dejar en evidencia a nadie, sino constatar una realidad: vivimos tan de espaldas a España como España vive de espaldas a nosotros.

Los "ideólogos" de esta España monolítica que tiene que ser sólo como ellos quieren que sea y que no admite ninguna otra forma de existencia (de aquí nace la desconexión catalana), desconocen absolutamente lo que pasa más allá de la M-50. Y los medios hechos en "Madrit" (concepto) ignoran la realidad de la España cotidiana de más allá del círculo que forma La Sierra, Alcalà de Henares y Getafe.

Hasta hace unos años los catalanes teníamos un ojo en nuestras cosas y otro en la realidad española. Y tengo la sensación de que eso ya no es así. Sí, quizás es porque generamos cada día tanta información que no hay espacio para más. Sea como sea, los más indepes han desconectado como reacción a una respuesta del Estado tan vulgar, tan llena de desprecio, tan sucia, tan irracional y tan insultante que ha provocado una reacción contraria irreversible. Pero la parte importante de los catalanes que sufre con las Campos, sigue las aventuras de Alaska y Mario y disfruta con La Voz, también ha desconectado.

Y el ejemplo son las elecciones vascas y gallegas. El seguimiento no ha tenido nada que ver con el de hace 4 años. Y ya no hablemos de el de hace 8. La típica vasquitis catalana, la figura de Otegi y las declaraciones de Urkullu (por cierto, la campaña ha servido a muchos para recordar que este señor es el lehendakari) ha aguantado un poquito el tema Euskadi, pero vuelvo a la pregunta del inicio: ¿recuerda a tres candidatos (o candidatas)? ¿O 5 políticos? ¿Algún consejero (o consejera) del Gobierno?

Pero si quiere hablamos de la sociedad vasca. La opinión pública catalana, ¿qué sabe del proceso de paz? ¿Qué sabe de cómo está evolucionando aquella sociedad? ¿Somos conscientes de que allí todo ha girado como un calcetín, que las nuevas generaciones han pasado la página de la violencia con una rapidez brutal y que el actual Euskadi no tiene nada que ver con el de hace 10 años?

Y ya que hablo del tema Euskadi. Mire si las cosas han cambiado, que en un acto de Otegi del Fòrum Europa-Tribuna Euskadi en Bilbao, el grupo nacionalista radical español llamado VOX consiguió dejar un altavoz en el atril desde donde hacía la charla y activar una grabación de audio a través de Bluetooth.

Los que hemos cubierto actos políticos en el País Vasco sabemos que las medidas de seguridad eran muy estrictas e incluían cacheo de los periodistas, registro de todo el material y pasarte un arco de metales por el cuerpo. Y si un político vasco venía a Catalunya e iba a una radio para ser entrevistado, incluso se revisaban las alcantarillas de los alrededores de la emisora y venía la unidad canina a oler todos los rincones.

En cambio ahora, un tipo cualquiera puede dejar un altavoz a 20 centímetros de Arnaldo Otegi. Con toda la calma. Impensable no hace tanto. Como impensable era tampoco no hace mucho el poco interés que nos provoca la realidad vasca, la gallega y la española, en general, y que hace que ahora estemos empatados con ellos.