Vecinas y vecinos de Sant Vicenç dels Horts celebran este 11 de abril una fiesta para celebrar los 50 años de Oriol Junqueras. Será por la tarde, en su pueblo. Por la mañana, en el Supremo, los presos y presas también le han preparado una sorpresa. Aquel día, Oriol se levantará en la prisión de Soto del Real. Probablemente nunca habría imaginado que cumpliría 50 años en una celda lúgubre al pie de la madrileña Sierra de Guadarrama, allí donde asesinaron al presidente del Barça y diputado de ERC, Josep Suñol. Ni él, ni ninguno de los otros. Ni ellas, Carme Forcadell y Dolors Bassa, en Alcalá-Meco.

El cumpleaños de Oriol, Junqueras50, también ha coincidido con la última encuesta del CEO que dice que los dos políticos mejor valorados del país son un preso político y una exiliada: Oriol Junqueras y Marta Rovira, ambos republicanos. El dato no es menor e invita a reflexionar. Miquel Martí i Pol escribió un poema muy actual que, como apunta el trovador Pep Picas, lo podría haber escrito hoy:

De dos amors que tenia 

l'un en terra, l'altre en mar, 

el de terra l'empresonen, 

l'altre viu exiliat. 

Jo ni ploro pel de terra 

ni em lamento pel de mar. 

Plor i laments de què serveixen? 

Gent que lluiti és el que cal. 

El cumpleaños de Oriol, Junqueras50, también ha coincidido con la última encuesta del CEO que dice que los dos políticos mejor valorados del país son un preso político y una exiliada: Oriol Junqueras y Marta Rovira, ambos republicanos

Oriol y Marta son de los pocos que aprueban, si bien Junqueras más que aprobar, sobresale. El CEO también contiene un dato muy relevante y es que el conjunto del independentismo suma más que nunca. Es para sonreír al futuro, la constatación de que el independentismo es sólido, que ha llegado para quedarse y que lejos de retroceder, a pesar de la feroz campaña en contra, sigue ganando posiciones y acercándose al 50 por ciento. Curiosamente, una vez más, el dato ha enervado a un sector del independentismo, el más exaltado de todos, el más chillón y el más partidista. Porque no cuenta los resultados globales, cuenta los de su formación política. Y si esta no acaba de funcionar, patalean.

La figura de Oriol cada vez es más transversal y necesaria para recoser el país. Su actitud, sus palabras dignas y firmes no tan sólo son sobradamente aprobadas entre los independentistas (95,3%) sino que cada vez tienen más aceptación entre aquellos que todavía defienden un modelo federal (79,3%) o autonomista (41%). Sin duda, a día de hoy, Oriol es quien tiene más capacidad de penetración hacia aquellos sectores que el independentismo necesita atraer para crecer, y eso me lleva a hacerme una reflexión de carácter meramente práctico. ¿No nos debemos estar tirando piedras a nuestro propio tejado cuando ciertos sectores teóricamente afines se dedican a erosionar su figura con ataques personales que sobrepasan la crítica política razonable o la discrepancia ideológica? No parece tener mucho sentido despreciar a uno de tus principales activos de seducción de futuros nuevos votantes independentistas. Por otra parte, los datos del CEO venden a manifestar que esta táctica, más allá de un desgaste interno bastante prescindible, tiene un resultado más bien estéril.

Sin duda, a día de hoy, el Oriol es quien tiene más capacidad de penetración hacia aquellos sectores que el independentismo necesita atraer para crecer

El CEO de los 50 años de Oriol todavía no es el CEO del 50 por ciento, cifra que nunca hemos alcanzado. En Europa siempre preguntan lo mismo. ¿Cuántas veces han superado ustedes el 50 por ciento en unas elecciones? Y entonces siempre decimos que estamos muy cerca, que tampoco quieren (Madrid) que nos contemos en un referéndum o que el independentismo suma más que el españolismo. Y es verdad. Todo es verdad al mismo tiempo.

El reto es crecer en las regiones metropolitanas, allí donde más piedra hace falta picar. El Maxi Calero, de los Free Junqueras, lo explica a cada ocasión que tiene. Aquello cómodo, seguro, es gustar a los convencidos. Aquello complejo y difícil y al mismo tiempo imprescindible es seducir a una parte sustancial del país que no se siente interpelada por el independentismo. Y no se la seduce desde la bronca o abusando de la gestualidad, ni desde un discurso muy nacionalista y muy poco republicano. Una política que satisface a los convencidos y enerva al resto nos condena como país y nos aleja de ganar una mayoría social.

Junqueras, de acuerdo con el CEO, es el hombre del 80 por ciento, es el dirigente independentista que llega a a una mayoría más amplia, que genera más complicidades que rechazo, de lejos. Solo los extremos lo cuestionan. El amigo Xavier Vendrell (¡cuánto le debemos a Xavier!) siempre destaca que esta es la faceta más destacada de Oriol y que su ejemplo, su capacidad de hacerse escuchar más allá de la frontera independentista, su discurso republicano alejado de la ortodoxia nacionalista, es la clave de la mayoría social y el mejor antídoto contra el aznarismo que querría ver fracturada a la sociedad catalana en dos bloques.

El CEO remata apuntando que el consenso ganador en Catalunya, hoy, el del 80 por ciento, es el de una mayoría que quiere resolver el futuro votando en un referéndum. Domingo Alfonso, hijo de Huelva y vecino de Sant Vicenç dels Horts, otro 'Free', siempre dice aquello de "los catalanes nacemos donde nos da la gana" ante cualquier controversia identitaria y añade que "además de nacer donde nos da la gana, vamos a ser lo que nos de la gana". Cuando Oriol lo oye, siempre sonríe. Y se muestra orgulloso de tener amigos así.

Oriol cumplirá 50 años entre rejas, como lo hizo Josep Rull en el 2018, con una fiesta que le organizaron a los vecinos de Terrassa. Y los cumplirá pensando en su familia, en todo su entorno, en el país, soñando en un futuro de libertad y trabajando para que en las elecciones, tal vez en las europeas, el independentismo supere por primera vez el 50 por ciento de los votos. Porque si alguna cosa tienen en Europa es que saben contar. Y trabajará, desde allí donde esté, en las condiciones que sea, sabedor de que la victoria pide perseverar, pide sumar, pide un discurso republicano, pide conciliar. Este es el camino de la República. Oriol lo tiene claro, que dice siempre Raül Romeva, un hombre valeroso que vive la prisión con una entereza formidable. Raül explica con todo lujo de detalles en Esperança i libertat que alcanzar la República no es fácil, no nos regalarán nada. Pero tampoco deja ninguna duda de que llegará el día que se dibuje una sonrisa eterna en los ojos de toda la buena gente de este país; lo que tantas veces ha dicho Gabriel Rufian "sonreís porque hemos nacido para ganar".