Subo la persiana. Llueve, han bajado las temperaturas y hace un día gris. Muy gris. Terriblemente gris. Ha muerto la madre de mi amigo Joan y ya veremos cómo pueden enterrarla. Pero lo peor es que él y yo no podemos ni abrazarnos y tenemos que llorar por teléfono.

Vivimos la nueva realidad de un mundo que no cambiará, y mucho menos a mejor, y que nos ha traído nuevas costumbres. No abrazarnos es una, pero en el mundo de las parafilias triunfa espectacularmente leer el BOE. "¿Usted qué hacía las mañanas de los fines de semana del confinamiento?", nos preguntarán dentro de un año, dentro de cinco o en el 2030, cuando hagan programas especiales de aniversario de la COVID19. Y responderemos: "Pues mire, yo leía el BOE porque todo lo publicaban en el BOE de los fines de semana". El problema es que leerlo no es ninguna garantía de entender lo qué dice. Servidor, que es de letras, entiende mejor la gravitación cuántica que el BOE. Eso sí, a favor del caos boeístico hay que decir que estamos ante un despropósito absolutamente democrático. No lo entiende usted, no lo entiendo yo, no lo entiende Protección Civil...

PROTECCIÓN CIVIL

... y no lo entienden ni sus propios autores:

BOE Diario Navarra

El virus no entiende de fronteras y el BOE no se entiende. Ve que bonito...

Y mientras, este lunes parte del país ya estará en fase 1 (que realmente es la 2). Mi amigo profesor del Camp de Tarragona me dice que tiene la agenda llena de comidas y cenas y que ya está dando horas para desayunar. Calcula que en tres semanas se puede engordar hasta seis kilos "porque después de todo esto no comeremos verdurita y carpaccios ni beberemos agua". En su zona, pues, empiezan a ver el mundo de otra manera, pero en las que todavía estamos en la fase cero (que es la 1), también. Crece la sensación general de "desescalada". "Desescalada", una de las palabras que quedará en nuestro lenguaje cuando esto, algún día, acabe. Una palabra, por cierto, muy montañera. Porque la gracia del alpinismo es subir, sí, pero la gracia de verdad es bajar. Porque si no subes, lo puedes volver a intentar, pero si no bajas, nunca más podrás subir. El País publicaba el pasado tres de mayo la carta de un lector que desarrollaba la metáfora:

Carta al director

Otra interesante metáfora es la que nos ha ofrecido el presidente Quim Torra. Él ni ha subido ni bajado ninguna montaña. Él ha cruzado una calle. Concretamente el del Bisbe de BCN. La rueda de prensa de las 15.02 ya no la ha hecho en aquel rincón claustrofóbico de la Casa de los Canonges, en  el lado Besòs de la citada calle. No, hoy estaba en la majestuosa, espaciosa y diáfana sala Torres Garcia del Palau de la Generalitat, que está en el lado Llobregat del puente aquel que une de los dos edificios, que la gente se piensa que tiene siglos de historia y resulta que es de 1928. Es un cambio de escenario visual que transmite un cambio de escenario anímico. El mensaje que se nos envía es que tenemos que decir adiós a aquella austeridad de pisito que era como un húmedo entresuelo interior y tenemos que decir hola al Palau. Se han acabado los días oscuros y lóbregos y ahora tenemos que mirar hacia adelante con espíritu clareado, abierto y expansivo.

Y mientras el presidente catalán abría ventanas para que entrara luz y futuro, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso nos volvía a ofrecer una de aquellas fotos que no dejan indiferente. De los autores de "La lágrima"...

AYUSO LÁGRIMA

... llega nuestras portadas "Nuestra señora d'Ayuso":

Ayuso

¿Error o foto buscada? Normalmente, cuando se hacen fotos para una portada de este tipo, el fotógrafo tiene una idea de lo que quiere transmitir y propone varias situaciones que el retratado acepta o no. A veces, el retratado se niega a hacer según qué, pero los asesores lo animan a participar. Pero la mayoría de veces sucede al revés, el fotógrafo propone, el protagonista acepta y los asesores dicen que ni hablar. ¿Por qué? Porque creen que puede perjudicar la imagen del personaje. Pero, también a veces, son los asesores los que idean la imagen. ¿Qué ha pasado esta vez? Bien, teniendo en cuenta que uno de los principales asesores de Ayuso es Miquel Ángel Rodríguez, también conocido como MAR, y creador de la imagen mediática del José María Aznar de los inicios, podría jugarme un guisante a que la foto ha sido idea suya. Como pienso que la imagen de la lágrima también lo fue.

El caso es que hoy Ayuso ha ocupado esta portada y, gracias a la foto, una entrevista que habría pasado bastante desapercibida ha ocupado miles de portadas virtuales en las redes. La polémica hace hervir la olla y los memes hacen crecer la burbuja de los políticos que juegan (o los hacen jugar) a ser personajes. La duda es saber si esta sobreexposición, a la larga, juega a favor o en contra. Porque que hablen mucho de ti, aunque sea bien, no te garantiza réditos favorables. Ahora bien, estamos de acuerdo que sería mucho peor salir en el BOE, porque entonces seguro que, además, nadie te entendería.