Las compañeras de la CUP, ante las críticas recibidas ante nuestra postura ante la investidura o no de Artur Mas y que se han incluido en el manifiesto "Si tenemos que matarlo, matémoslo ya. No alarguemos más la agonía" (no a Mas sino al momento que vivimos), queremos presentar públicamente la ponencia que hemos denominado "Mas o marzo no es el tema compañeras. O sí".

En primer lugar queremos manifestar que la asamblea que no era una asamblea sino una toma de contacto con las bases y que explicamos en el documento "Estamos tomando el pulso a la ciudadanía, no molesten", y que fue consecuencia de asambleas previas que no eran asambleas sino una recogida de impresiones que podéis consultar a la comunicación "Nos gusta mucho charlar, ¿qué pasa? ¿O es que ahora resultará que charlar es malo?", era una no asamblea deliberativa. Por lo tanto, la intención de este encuentro con las compañeras era escucharlas.

Una vez hemos sabido cuál es su pensamiento, mayoritariamente contrario a la investidura de Artur Mas como símbolo de la derecha que recorta, del poder oligárquico obsesionado con estigmatizar a las clases populares a base de discursos reduccionistas y promesas vacías hechas por quienes se esconden detrás de los Millet, los Pujol, los Puig o los Crespo con el único objetivo de prolongar en el tiempo el patriarcado capitalista (este último concepto lo encontraréis en "Creemos que la frase nos ha quedado un poquito larga, pero no poner ningún punto y seguido también es una insumisión"), pues eee... un momento que hemos perdido el hilo... es el problema de poner a demasiadas subordinadas... sí, creo que ahora... decíamos... una vez las bases se han manifestado a favor de seguir negociando con Junts pel Sí de cara a conseguir nuestro objetivo de construcción de una república catalana donde las personas no son importantes y, por lo tanto, si las personas no son importantes, ¿por qué no podemos plantear un escenario sin Artur Mas?, queremos comunicar a las ciudadanas del país:

Próximamente convocaremos una asamblea, esta sí con carácter deliberativo, que podríamos celebrar la próxima semana (o no), o el día de Navidad (no creemos en la Navidad, por lo tanto es un día perfecto para construir nuestro futuro revolucionario) y en la cual, si hemos cerrado acuerdos serios y comprometidos con el qué, el cómo y el cuándo, evidentemente eso quitará importancia a la figura del quién, porque aunque siempre hablamos de Mas sí o Mas no, siempre hemos dicho que sólo faltaría que la CUP, después de tantos años de lucha, lo redujera todo a la figura de un nombre. ¿Se ha entendido, verdad?

La traducción de esta frase que no quiere decir nada, pero que lo quiere decir todo, es que alargaremos tanto el mareo de la perdiz que la pobre bestia acabará como salida del centrifugado de una lavadora. Y todo con el objetivo de que la medalla de que todo se ha ido al carajo se la pongan Junts pel Sí y no a nosotros, que es exactamente lo mismo que pretenden ellas. Y mientras, decimos que no a Mas pero que también podemos acabar diciendo que sí, pero no nosotros sino las bases, de tal manera que el próximo documento en circulación sea "No la llamen perdiz sino biodramina" y que la gente acabe tan harta de todo que en las próximas elecciones no vaya a votar a nadie más que a las clases populares y, de esta manera, consigamos los 135 escaños para nosotras solas. ¿Se lo imagina?