La sensibilidad hacia toda forma de violencia y opresión sobre los territorios es una preocupación de la diplomacia vaticana, una de las mejor formadas en el mundo. Por lo tanto, el colonialismo es una realidad de la cual no se hace bandera. Pero, inexplicablemente, el Vaticano ha hecho sellos de ello. La Oficina Filatélica Vaticana acaba de retirar de la circulación (45.000 ejemplares) un sello considerado colonialista que se ha emitido por la Jornada Mundial de la Juventud, un macroencuentro de jóvenes con el Papa que tendrá lugar en Lisboa en el mes de agosto. El pequeño objeto en cuestión (48 x 32 mm) es una imagen del Papa con jóvenes que lo siguen, y que se inspira en una frase del Evangelio de Lucas que hace referencia a María que se levanta y anda. Según el comunicado oficial, el objetivo del sello es (era, porque ahora ya es solo una pieza para coleccionistas) "destacar la importancia de emprender un camino de discernimiento, centrados en estar siempre a punto, pero nunca angustiados". El Papa, en un videomensaje a los jóvenes, había exhortado a la gente a "mirar siempre más allá, al horizonte" y los instaba a "no levantar muros ante la vida, porque te cierran, mientras que el horizonte te hace crecer". Y por eso la Jornada Mundial es una oportunidad de abrirse a otras culturas y maneras de entender la vida. En el sello retirado, el Papa es un líder que encabeza un grupo de jóvenes y les guía sobre lo que simboliza una barca, la de Pedro. Pero desde Portugal la realidad se lee de otra forma, y las críticas han tumbado el sello porque lo ven una imagen colonialista. El artista, Stefano Morri, se había inspirado en el Monumento a los Descubrimientos, en el barrio lisboeta de Belém, una obra de 1960 y sí, enlazaba con la idea de Enrique el Navegante guiando a la tripulación hacia el descubrimiento del nuevo mundo, y el Papa con los jóvenes quería ser "el descubrimiento de un cambio de época". La diseñadora portuguesa Beatriz Roque Antunes había situado en la imagen una gran cruz que también representaba el dinamismo de María visitando a su prima Isabel. El sello, emitido el 16 de mayo, tenía que estar disponible en el Servicio Postal y Filatélico del Vaticano.

La sensibilidad es un elemento que tiene que entrar en las decisiones políticas, artísticas y de cualquier color, porque más allá de las intenciones, se puede generar un desastre con buena voluntad

Lo que quería ser un canto a la importancia de "navegar a vista", sin mirar ya el puerto que dejas atrás, ha sido un naufragio diplomático y ha salpicado política y socialmente, haciendo enfadar al mismo episcopado portugués. El primero en definirlo de "pésimo gusto" ha sido el obispo Carlos Alberto de Pinho Moreira Azevedo. El monumento inspirador del sello fue construido durante la dictadura portuguesa, y el sello llega en el momento en que la Santa Sede (30 de marzo 2023) había precisado que la Iglesia repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, incluida aquella que legal y políticamente se entiende como la doctrina del descubrimiento. Incluso el cardenal portugués (y papable) José Tolentino de Mendonça lo ha considerado un error. La sensibilidad es un elemento que tiene que entrar en las decisiones políticas, artísticas y de cualquier color, porque más allá de las intenciones, se puede generar un desastre con buena voluntad. Y todos tenemos ejemplos de ello.