Alerta: a la CUP no le basta con mandar a casa a Artur Mas a casa (o a la embajada de la república catalana en Zurich). Ahora tampoco quiere que un candidato de CDC sea president. Después de poner sobre la mesa de manera oficiosa como alternativa a Mas el nombre de la vicepresidenta, Neus Munté, mujer y, por lo visto, lo más de izquierdas que pueden ofrecer los convergentes, los cupaires Botran y Salellas acaban de hacer saber que el exeurodiputado de ICV Raül Romeva es el candidato que más se ajusta al principio de “transversalidad”.

Si el lunes Mas volvió a colocar la pelota en el tejado de la CUP – “si no hay investidura el proceso encalla” -, hoy, en la segunda jornada del debate, los anticapitalistas han disparado un misil-bumerán en la línea de flotación de Junts pel Sí. El argumento parece de manual: ¿y, por qué no Romeva, que fue el número 1 de la lista el 27S, y que lo fue para desactivar la desconfianza de una parte del electorado independentista hacia Mas por los recortes y las sospechas de corrupción y garantizar el pacto con ERC?

Misil-bumerán que tiene como destinatario al mismo Mas y a la cúpula de CDC y los independientes de la candidatura o una buena parte de ellos; pero, sobre todo, a ERC y a su líder, Oriol Junqueras. Fue el presidente de los republicanos quien propuso el nombre de Romeva como catalizador de la lista unitaria CDC-ERC el julio pasado y es su principal valedor político, huelga decirlo. Hasta entonces, Romeva y Mas eran casi perfectos desconocidos el uno para el otro.

¿Continuará ERC respetando el acuerdo con CDC una vez fracase por dos veces, hoy y el jueves, la investidura de Mas y con Romeva como candidato alternativo bendecido por la CUP?
Sin Romeva no habría habido muy probablemente JxSí. Mas y Junqueras fueron como números tres y cuatro de la lista. La contrapartida, sin embargo era que Mas repitiera en la presidencia en una legislatura constituyente de 18 meses. Hasta ahora, ERC ha respetado escrupulosamente el acuerdo con CDC. ¿Lo seguirá respetando una vez fracase por dos veces, hoy y el jueves, la investidura de Mas y con el nombre de Romeva como candidato alternativo bendecido por la CUP? ¿O quizás se hará realidad aquel pronóstico de Josep A. Duran y Lleida que Mas sería desalojado de la presidencia por una suerte de nuevo tripartito de izquierdas –todo él independentista–?

A no ser que se produzca algún milagro de última hora, la semana la cerraremos como la empezamos. Con un presidente de la Generalitat en funciones y una resolución de inicio del proceso hacia la constitución de la república catalana suspendida por el Tribunal Constitucional, que admitirá a trámite sin decir ni mu la impugnación del Gobierno de Mariano Rajoy así que sea registrada, a partir de mañana.

Si al final no es posible "desconectar" de España, (al menos) desconectemos de Mas; tal parece ser la divisa cupaire
Es difícil sostener el pulso cuando uno va con el brazo en cabestrillo, incluso cuando se trata de alguien como Mas –su expresión de profundo disgusto delata el momento; grave momento- pero así son las cosas: la gente (independentista) propone y la CUP dispone. Si al final no es posible "desconectar" de España, (al menos) desconectemos de Mas; tal parece ser la divisa cupaire. Me pregunto dónde quedan aquellos famosos abrazos de David Fernàndez al presidente que tanto indignaron a Pablo Iglesias y que tantos electores posiblemente convergentes llevaron al zurrón de los cupaires el 27S.