En el editorial de El País de este viernes podemos leer expresiones dedicadas a Artur Mas como "arrastrando la dignidad", "patética subasta de sí mismo" y "despreciable astucia". Al momento político catalán lo definen como "desquiciado viaje" y "lodazal". Como ve, un lenguaje a la altura de la prensa de calidad que representa este medio.

Un servidor, como que no tiene bastante altura profesional como para captar la profundidad intelectual de la cosa, se queda con el detalle del lenguaje y no llega al interior del mensaje. Una pena. Para mí, quiero decir, que soy incapaz de saborear los matices periodísticos que sólo están al alcance de los paladares más refinados.

Estamos delante de un manual del periodismo comprometido, del buen periodismo. La demostración de cómo se escribe cuando tienes argumentos e ideas y no tienes que recurrir a la provocación ni al insulto. Sumamos el nombre del editorialista de El País a la lista de grandes plumas de las cuales tenemos que estar orgullosos y que están empeñados al mostrar sus grandes capacidades profesionales sin necesidad de caer en el insulto chapucero y tabernario. ¡Qué pequeña joya! ¡Qué divertimento!!!

Y, sobre todo, gracias por este momento tan esperado y que sitúa a todo el mundo en su lugar. Como no podía ser de otra manera, naturalmente.