Como cualquier lector habrá podido comprobar, desde que la querida cantante Magalí Sare transmutó el género de nuestro himno nacional, en Catalunya salen mujeres empoderadas y segadoras de debajo de las piedras, hembras desveladas que se han añadido con gran entusiasmo al nuevo proyecto de República feminista encabezado por el Molt Honorable Aragonès. Pero la nueva generalidad republicana y sus genialísimos ideólogos han visto que con la inclusión de las mujeres no es suficiente para hacer la independencia, pues para que Pedro Sánchez nos autorice el anhelado referéndum necesitaremos sumar todos los géneros posibles, incluso el neutro. Es por eso que, el pasado día del Orgullo, en el acto conmemorativo del Pride Barcelona, la consellera de Igualtat i Feminismes, Tània Verge, hizo santamente en dirigirse a las entidades organizadoras de la reivindicación LGTBI+ en género inclusivo.

"Todes vosotres –dijo Verge– lleváis muchos años de lucha por los derechos de las personas LGTBI+; no esperemos que el movimiento LGTBI deje de presionar al Govern por el hecho de que exista un Departament d’Igualtat i Feminismes. Al contrario, es evidente que las luchas compartidas nos hacen más fuertes y nos aseguran un mayor éxito en los objetivos comunes." En casa, después de administraciones funestas como la de Quim Torra, llevábamos mucho tiempo anhelando un Govern formado por consellers, conselleres y conselleris con un currículum sólido y un discurso como dios manda; ¡es evidente, pues, que ha llegado la hora de la gente con estudios! No seré yo quien alabe las aptitudes académicas de la consellera Verge, pues hablar del background de una persona con vagina hace muy patriarcal, pero hay que exclamarse del hecho de que hayamos tenido que esperar hasta el 2021 para que un cargo público se nos dirija a todes.

Ciudadanes del común, ya seáis barrenderes o catedrátiques, haced el rejodido favor de no marcar más el género de las coses porque la libertad lo vale, y si Pompeu Fabra tiene que revolcarse en su propia tumba de dolor, pues que se meta la normativa en lo que le quede de carcasa

Tengámoslo muy claro, conciutadania querida: ¡la República será de todes o no será! De hecho, en casa somos gente muy abierta de mente y, antes de acostarnos, ya cantamos el himno con los versos en neutro. Tendríais que ver como las criaturas se nos han hecho inclusivas cuando dicen “Ara és hora segadoris” a pleno pulmón y con el corazón en la mano, como si les fuera la vida misma, y quién sabe si no habríamos ganado más guerras al enemigo que nunca tiembla si lo hubiéramos denominado "enemigui". Hasta ahora, los españoles nos han negado incluso el derecho a respirar, pero ante una República de todes, ya me diréis qué coño de Tribunal de Cuentas tiene los cojones y los ovarios (y los órganos en mutación) de enfrentarse a ella. ¡Y todavía había descreídos que veían en el gobierno de Pere un simple retorno a la autonomía, panda de derrotistas descreídos! ¿No sabíais que la libertad llega cuando te liberas de tus propios prejuicios y abrazas el todes?

El procés ha sido siempre comandado por señoros encorbatados y poco inclusivos, y así nos ha ido la cosa, que no sólo hemos perdido la camisa sino que nos han birlado la lavadora y las cañerías de agua que la alimentan. Hasta ahora nos hemos dirigido al mundo en masculino y, evidentemente, el fracaso se ha vuelto estrepitoso, de proporciones mayúsculas. Sin embargo, a partir de ahora, todes les catalanes juntes seremos imparables. En la República de todes, todo el mundo es llamado. Ciudadanes del común, ya séais barrenderes o catedrátiques, haced el rejodido favor de no marcar más el género de las coses porque la libertad lo vale, y si Pompeu Fabra tiene que revolcarse en su propia tumba de dolor, pues que se meta la normativa en lo que le quede de carcasa. De hecho, me parece preocupante que el Molt Honorable 132 todavía se nos dirija desdoblando el género, ¡como si los neutros no tuviéramos ningún derecho!

Si en la mesa de diálogo que nos propone Aragonès ya no estamos todos y todas, sino que también estamos todes, no lo dudéis, Pedro Sánchez nos cantará el amén a cualquier petición imaginable. El día del referéndum pactado y vinculante, cuando por fin votemos rodeados de inspectores de la ONU o todo cuanto evaluador internacional, no sólo tenemos que estar todos y todas, sino también todes, porque ya sabéis que ahora somos el 52% y lo tenemos al alcance, pero si a esta mitad de los catalanes nos sumamos todes, esto puede acabar en una victoria brillante. Cuando los españoles se den cuenta del ridículo lingüístico que han hecho, no saldrán del asombro. Dirán: "¡Vaya si nos han jodido los catalanes, con lo fácil que era decir todos, todas y todes!”. Repitámoslo las veces que hagan falta, queridos conciudadanos. Esta República nuestra, aparte de ecologista y animalista, tiene que ser gender neutral y con un habla que haga honor a los tiempos.

Ahora que todes les catalanes ya estamos por la independencia, yo creo que les españoles deben temblar de miedo. Enmiendo mi escepticismo. La República está al alcance. ¡Y, creedme, será de todes! Besis.