Una de las agrupaciones peperas más activas actualmente es la que forman los barones (y sobre todo la baronesa) del PSOE. Se distinguen del resto de humanos en que 1/ son tan antiguos (y antiguas) que parecen sacados de una película albanesa de los años 90 y que 2/ los botones de sus camisas (o de sus blusas) sufren mucho.

Esta agrupación pepera trabaja muy fuerte en el interior de su partido para que Mariano Rajoy sea el presidente del Gobierno. Pero Pedro Sánchez, el líder del PSOE, partido rival de los barones socialistas, tiene otras ideas al respecto. Y, concretamente, son las contrarias a la de los barones (y la baronesa).

Problema: Sánchez ha decidido que no hará presidente a Rajoy. Por lo tanto, la única solución para los barones  (y la baronesa) es matarlo. Políticamente hablando, claro. Aunque no descarto que alguno (o alguna) estaría encantado (o encantada) de tomarse la expresión en forma y manera literal.

Total, que Pedro Sánchez parece catalán: tiene toda la prensa de Madrit (concepto) en contra y, haga lo que haga, se quede o se marche, recibirá. De los enemigos y del resto de partidos.

Quedándose está comiéndose los resultados negativos de Galicia, que no son culpa suya sino de una vieja guardia que pasa de puntillas por la posibilidad de un pacto PNB-PSE en Euskadi, cosa que querría decir entrar al gobierno. ¡Go-bi-er-no! Aquello que los barones están a punto de perder en Castilla la Mancha, Extremadura y Aragón. Pero no sufra, si los barones pierden estos tres gobiernos, también será culpa de Sánchez.

Y si Sánchez se marcha lo culparán de dejar el partido huérfano justo en el momento en que España navega entre el desgobierno y unas elecciones con regusto navideño.

Pero ahora también estaría recibiendo si hubiera hecho lo que los barones le dicen que tendría que haber hecho. Imagine que Sánchez hubiera hecho presidente a Rajoy. Ahora sería el culpable de permitir gobernar un partido que tiene en las manos la patata hirviendo del caso de las tarjetas black y del caso Rita Barberà y que la próxima semana afrontará el Inicio del juicio por el caso Gürtel.

Y recibirá si hace presidente a Rajoy en las próximas semanas porque entonces será corresponsable de los recortes que llegarán por orden europea y que nos dejarán temblando. Bien, y a continuación se comerá el resto de todo lo que pase.

Lo que quieren los barones y la baronesa es que Sánchez haga presidente a Rajoy y después, hecho el trabajo que ensucia, echarlo a él. Pero Sánchez, hábil, ha contraatacado diciéndoles: "muy bien, quien quiera hacer presidente a Rajoy, que salga, diga "yooo" y que lo haga. No seré yo quien saldrá en la foto haciéndolo posible sino quien levante el dedito. ¿Algún dedito? ¿No? ¿Ni allí en el fondo? ¡Vaya, qué lástima! Pues venga, a callar el gallinero".

Y este es su gran seguro de vida.