No hay ninguna duda que 2023 ha sido el año de la disrupción de la I.A., hasta ahora, nunca habíamos asistido a una conmoción de la magnitud que provocó el ChatGPT, nunca se habían movilizado académicos, gobiernos, políticos, comentaristas e, incluso, filósofos, para hablar del futuro, para todos desconocido, en términos que iban desde la extinción de la humanidad, al fin de la democracia o del trabajo y vaticinando una crisis social sin precedentes. ¿Nada de todo eso ha pasado, qué pasará en 2024?

La invención, el descubrimiento de nuevas posibilidades, da lugar a la elaboración de propuestas sobre cómo hacer mejor las mismas cosas o cómo hacer cosas que hasta el momento no se podían hacer. Estas nuevas propuestas son lo que llamamos innovación. Y claro, la innovación siempre viene después, siempre es menos reluciente y, a menudo, aparece como trivial, como la consecuencia inevitable de la invención. Pero no os engañéis, allí donde se crea y captura valor es en la innovación, los nuevos descubrimientos hasta que no se aplican a transformar la realidad, son eso, inventos, ideas, posibilidades, no realidades transformadoras.

¿Qué pasará en 2024? El mundo no cambiará radicalmente ni nos quedaremos todos sin trabajo

Si hay que caracterizar de alguna manera 2024, es como el año de la innovación de la I.A., el año en el que la I.A. empezará a transformar nuestra realidad. Cierto es que a menudo se presenta esta transformación como algo inevitable, muy rápido, altamente disruptivo y socialmente devastador. Pero la realidad es otra. De hecho, la innovación es un fenómeno mucho más local de lo que a primera vista pudiéramos imaginar. En primer lugar, hacen falta las capacidades que la hacen posible, como el capital, la abundancia de talento "top" en el campo en el que se quiere innovar, una regulación que lo favorezca, etc. Pero con eso no es suficiente, hace falta la voluntad de este capital de invertir en este campo, del talento de jugársela en una startup, en vez de ir en trabajar a una multinacional; hacen falta, pues, las dinámicas que movilicen las capacidades. Eso quiere decir una alta intensidad competitiva y unas economías de aglomeración que no se dan ni en todas partes, ni con la misma intensidad. Por eso, veremos una innovación y adopción de la I.A. a diferentes velocidades y niveles, desde las organizaciones que apostarán por ella plenamente, hasta aquellas que pasarán de largo. No, el mundo no cambiará radicalmente ni nos quedaremos todos sin trabajo.

¿Dicho esto, qué pasará en 2024?

  1. El año de los copilotos y los asistentes. Los copilotos para programación ya son una realidad generalizada. Este año veremos cómo los de Office 365 también se convierten en el "nuevo normal" y aparecen otros de especializados. Los estudios realizados indican que mejoran la productividad entre un 20% y un 70%, según la tarea. Los asistentes son similares, pero, además, hacen cosas por ti, como comprar entradas, reservar restaurantes o rellenar formularios oficiales. El sueño del fin de la burocracia quizás está acerca...
  2. Los modelos de lenguaje adquirirán nuevas capacidades. Todo el mundo espera el GPT5 y veremos mil especulaciones en torno a sus nuevas capacidades. Hay campos en que hay espacio de mejora, otros son muy incrementales y previsibles. Entre los primeros están las capacidades matemáticas, el uso de datos actuales, el conocimiento del interlocutor, la persistencia de las conversaciones y la generación de vídeo. Los más incrementales son la progresiva bajada de las "alucinaciones" y aquellas respuestas que no son verdad. El futuro son los agentes inteligentes especializados que transformarán el mundo, eso lo empezaremos a ver en 2024.
  3. La Realidad Virtual se volverá real, o no. Este será el año en el que la Realidad Virtual tendrá su prueba de fuego. Las gafas de Apple estarán en el mercado a un precio de 3.500 € y las nuevas Meta Quest 3 a 500 €. ¿Cuál será la reacción de usuarios y desarrolladores? Esta es la gran pregunta que espera ser contestada y conoceremos una buena parte de esta respuesta en 2024. La adopción de esta tecnología probablemente se parecerá más al Apple Watch que al ChatGPT, será lenta.
  4. Los robotaxis seguirán siendo más taxis que robots. Los taxis sin conductor ya están funcionando en algunas ciudades norteamericanas, pero hace poco han sufrido un revés importante. Cruise, la empresa con los planes de expansión más ambiciosos, ha perdido su licencia para operar en San Francisco, ha cancelado sus planes de expansión y sus actividades temporalmente, y ha echado a Kyle Vogt, CEO y carismático fundador. Parece que los robotaxis todavía no están a listos para operar en entornos complejos como las ciudades. En 2024 veremos la evolución de una tecnología que, sin duda, más pronto que tarde, cambiará la movilidad para siempre.
  5. Las baterías bajan de precio y llegan nuevas tecnologías. Que las baterías bajarán de precio es fácil de predecir, este año ya han bajado un 14%, más o menos lo mismo que los años anteriores. Si tenemos en cuenta que las baterías suponen el 40% del coste de un vehículo eléctrico, enseguida nos daremos cuenta de la importancia de estas bajadas. También veremos cómo baterías basadas en nuevas tecnologías empiezan a entrar en el mercado. Entre ellas destacamos dos, las de estado sólido, que permiten recargas en pocos minutos, y las de sodio, mucho más baratas, que hacen factible el almacenaje de energía solar o eólica, dando un servicio 24x7.
  6. El "compute" dominará y el cloud se expandirá. Durante mucho tiempo el escenario de la computación ha sido dominado por la eficiencia, no hacía falta tanta potencia de computación, pero era necesario que el consumo de energía fuera el menor posible. De repente, con la I.A. generativa, todo eso ha cambiado y volvemos a necesitar máquinas potentes, muy potentes. Eso ha llevado a empresas como Nvida a convertirse en un gigante y a todos los proveedores de cloud a diseñar sus propios microprocesadores. Este será un factor que acelerará la adopción del cloud en todas las organizaciones, ya que no podrán acceder por sí solas a los recursos de computación que hacen falta para hacer I.A. generativa.
  7. La interfaz de usuario será el habla. La interfaz de usuario que utilizamos actualmente, el ratón, las carpetas, etc., se presentó el 9 de diciembre de 1968 por Douglas Engelbart, viene, pues, de lejos y ha cambiado relativamente poco. En el 2024 será el inicio de una revolución de la forma como nos relacionaremos con los ordenadores, y la nueva forma será el lenguaje natural, lo mismo que ya hoy en día hacemos con el ChatGPT, transformará la Business Intelligence, los copilotos... Será una revolución parecida a la que se produjo cuando Google cambió para siempre los buscadores, ya no había que navegar por menús, solo teclear lo que queríamos buscar. Será una revolución lenta, pero imparable. Poco a poco, los menús, las ventanas, las herramientas irán desapareciendo y solo quedará la caja en la que teclear lo que queremos o ni eso, solo habrá que decirlo.