Teniendo en cuenta que, como bien saben todos los conductores de nuestro país, el precio de la gasolina y el diésel se ha disparado en los últimos tiempos, son muchos los conductores que buscan la manera de ahorrar en este sentido.
Si bien es cierto que cada vez son más los conductores en nuestro país que optan por motores que no son motores de combustión tradicional, ya sean híbridos, híbridos enchufables o eléctricos, los motores de gasolina y diésel siguen siendo, conjuntamente, los que mayor cuota de mercado tienen en las carreteras españolas.
Existen diferentes maneras de ayudar a nuestro bolsillo a la hora de ir a poner gasolina, ya sea a través de diferentes aplicaciones que indican cuál es el precio a diario de las diferentes gasolineras en nuestro país, pudiéndose ir a las que sean más baratas, o directamente optar por intentar llevar a cabo una conducción más eficiente, es decir, intentar reducir el consumo de nuestro coche a través de una conducción más tranquila y relajada evitando conductas que acaban derivando en un consumo mayor.
El ‘truco’ para ganar entre 10 y 15 litros de combustible en nuestro depósito
Teniendo en cuenta que los conductores no podemos intervenir en el precio de la gasolina o el diésel, lo que sí que podemos hacer es intentar realizar pequeñas acciones que ayuden, en forma de pequeños trucos, a incluso acabar ampliando la capacidad del depósito de nuestro coche, por lo que así ganaremos autonomía.
Y uno de estos pequeños trucos es el de eliminar los gases del depósito de gasolina de nuestro coche. No es que sea precisamente ningún secreto algunos de los depósitos de coche en nuestro país cuentan con una zona de expansión de gases que acaba reduciendo el volumen del depósito entre 10 y 15 litros.
De esta forma, una vez estamos repostando y la manguera ‘salte’ emitiendo un clic que evidencia que el tanque está lleno, y sabiendo antes donde está ese pequeño botón que ayuda a eliminar los gases, podremos entonces apretarlo para que los gases salgan y aumentemos así la capacidad del depósito. Eso sí, es una operación que requiere cierta maña, entre otras cosas porque, si no sabemos hacerla bien, es probable que acabemos echando más gasolina de la que cabe y provocando un problema tanto para nuestro coche como para la gasolinera.